LA MASONERÏA COMO POZO DE RECICLAJE
Víctor Guerra
Teniendo como fondo las Jornadas del Symposiun Internacional de Historia de la Masonería, del que vengo escribiendo hace unas semanas, decir que siempre sale a relucir por diferentes conductos la filosofía que empaña a la masonería española que por acto reflejo siempre se le atribuye la krausoinstitucionista.
Tal cuestión parte de los trabajos de ciertos historiadores que vincularon a los Institucionistas españoles y a Krause, por diferentes razones con la masonería. No tengo autoridad para desmentir ni afirmar tal vinculación a pies juntillas, pero resulta que en el entorno de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) la presencia masónica se pueda considerar más virtual que real, al menos en un primer momento, aunque es innegable que mças adelante hubo ciertos lazos por la presencia numerosa de masones, hijos y herederos de la cultura de la ILE.
Pero así se construye la historia de la masonería, y por ello resulta paradójico como masón escuchar en tales foros que las logias esapñolas son krausistas o que Fitche las ha imbuido de todo un corpus conceptual y filosófico. Por otro lado en otro sentido tenemos la postura de algunos investigadores que cuando se enfrentan a los testimonios documentales y a la interpretación de la realidad masónica interpretan su "aire" determinados comportamientos políticos e ideológicos de los miembros de una logia, puesto que no entienden el funcionamiento interno de los talleres, ni las dinámicas e interrelaciones que se establecen entre los miembros del taller.
En el fondo porque se ignora, como profanos que son en materia masónica, que hay todo un simbiosis de conpotamientos de relaciones interpersonales en el seno de la logias que hace que en éstas se de una continua transmutación en cuanto a los comportamientos llegando a influir esta siruación en el campo de los sentimientos, de este modo la logia se constituye en un unidad pluridiversa cambiante y mutante a la vez a lo largo de sus existencia.
Volviendo al tema krausista podemos decir que si bien históricamente se puede seguir una cierta línea de pensamiento krausista en el seno de la masonería española, por aquello de fijarla a una corriente, también es cierto que ello, en parte, debe ser adjudicado y tomado con sumo cuidado, pues la logia se nutre de la idiosincrasia de muy diversos individuos y realidades, donde cada uno va aportando lo que su propia trayectoria vital ha idorecogiendo de aquí y de allá, y por tanto aportará en su esatadía en el taller y en sus trabajos "planchas" un bagaje existencial que va destilando como parte de sus vivencias.
Y además si tenemos en cuenta que en las logias masónicas convivimos anarquistas, socialistas, liberales, centristas e independientes en lo ideológico-político. Y que nuestras referencias filosóficas-sociales en ocasiones son también de lo más radical, dándose entre nosotros, como masones, las más variadas inclinaciones y corrientes: cabalistas, templaristas, existencialistas, ateos, agnósticos, cristianos de toda tipología y corriente, alo cual hay que sumar que desde toas esas diferentes perspectivas existenciales nos encuadramos en las variadas masonerías: deístas, simbolistas, agnósticas o laicas.
Masonerías alambicadas todas ellas en el gran abanico que hay entre la "ortodoxia masónica" que puede representar La Gran Logia Unida de Inglaterra, y posiblemente la más radical "heterodoxia" que pudiera representar el Gran Oriente de Francia, Ante esa variada complejidad me pregunto: ¿Cómo puede decirse que somos hijos del krausoinstitucionismo, o de la filosofía védica o noaquita?, por poner un ejemplo. Al hilo de esta reflexión que nace entorno al paraguas del encuentro de Logroño, antes mencionado, decir que nos encontramos dos Hermanos masones y masonólogos, uno el que suscribe, y el otro un notable masón, profesor e interesante cabalista, y concluimos que nos gustaba el concepto, (a los dos como masones que nos encontramos en dos masonerías radicalmente distintas puesto y por tanto representamos los dos polos opuestos), y planteábamos "que la masonería, amén de constituirse en una Escuela de formación del Ciudadano, es un pozo de reciclaje, donde cada uno va echando lo que destila en ese momento, y de mil y una formas,representado bien por su acciones, por sus planchas, lecturas, o posiciones. etc. Y en el seno de la logia cada uno va tomando, de aquí y de allá, lo que le va interesando o cree que puede estar en su línea de acción o pensamiento, y como tal es libre de interiorizarlo o de proyectarlo, eso es la masonería casi que una antifilosofía, al menos como escuela o corriente.
Al tenor de lo que expreso no sería a muy descabellado decir que salvo que se esté en una masonería excesivamente dogmática, y aún así con todo, los masones nos construimos a base del reciclaje del variado mundo en el que nos vamos imbuyendo cada día,tanto en lo social, como en lo que se feriere al universo de la logia, lugar de consenso, pero también de encuentro, y por tanto gran atanor alquímico del conocimiento. Ante ello no es de extrañar que a veces a uno le reconozcan en una determinada facción política, por poner un ejemplo, y luego se le vea asistiendo, apoyando o dando cobertura a otro hermano que está en otra posición política, puesto que ante posiciones enfrentadas ambos buscaran ser el puente de consenso entre ambas posiciones ideológicas. Cuestión que tanto le extrañaba a un masonólogo extremeño, cuando estudiaba una logia y veía que un Hermano de un taller republicano era apoyado en sus tesis por otro socialista en el ámbito de su pueblo. Lo veía dicho profesor como algo extraño y sin razón, pues en el largo razonamiento que expongo, tal vez, no de forma clara, está la explicación a tal fenómeno
Y es que cuando un tiene la logia como un referente existencial, se puede concebir como lógico y normal que ambos hermanos, claudiquen de ciertas posiciones, o que consensuen sus posiciones, si es que su posicionamiento afectan al grupo humano tan "sui generis" como puede ser la logia. Digamos que pesa más el proyecto logial que las ideas en si mismas. Por eso me resulta tan chocante que nos sitúen en una determinada escuela, o filosofía, como la de Krause cuando la realidad es que muchos Hermanos masones desconocen quien fue Fitche, o Krause, o que escribió uno u otro y como éstos han influido en la masonería. Lo logico es que digamos que somos herederos de la tradición,pluridiversa y multidisciplinar, pero hijos de nuestro tiempo y auténticos recicladores del saber y del conocimiento, sin adscribirnos a escuelas o filosofías, al menos de una forma dogmática.
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