Mujeres en la masonería
Un largo y contradictorio camino ha recorrido la mujer en cuanto a su participación en el campo religioso, místico y mágico, a través del tiempo y en todas las culturas, ocupando algunas veces altas posiciones y en otras, relegada a las más humillantes condiciones que le negaban hasta el simple acceso a las zonas y artículos sagrados.
Esto lo comentamos porque nos llama la atención que en días recientes se han abierto las puertas del conocimiento de la masonería a las mujeres aquí en Barranquilla, en la logia Luz el Caribe, perteneciente a la jurisdicción colombiana de la Orden Masónica Mixta Internacional ‘Le Droit Humain’, El Derecho Humano, depositaria de enseñanzas antiguas pero siempre vigentes, sobre el origen del cosmos y del hombre y el sentido de la vida.
Normalmente los enseñanzas herméticas o secretas de los Masones y de otras hermandades similares, así como posiciones de importancia en ritos y organizaciones religiosas se han mantenido prohibidas durante milenios para el sexo femenino. Todavía el sacerdocio en el catolicismo y en otros credos está exclusivamente destinado a los varones.
Tal como lo describe la Biblia en el judaísmo y distintas religiones antiguas, la mujer era considerada impura y no podía ingresar al Templo ni tocar ningún objeto sagrado. Igualmente otros pueblos y culturas, han considerado a la mujer poco digna de ocupar un lugar en la jerarquía religiosa
No obstante en las comunidades matriarcales de la Prehistoria, las mujeres no sólo eran reinas sino que dirigían y orientaban los cultos, conduciendo ceremoniales y rituales místicos y mágicos. Así también muchas veces el chamanismo fue ejercido por mujeres, sitial que todavía éstas conservan en diferentes tribus.
En la edad del Bronce, se realizaban grandes festivales exclusivamente para mujeres, quienes actuaban como sacerdotisas, en ciudades como Creta y Troya. En la antigua Roma, el Panteón centraba su adoración en la Diosa Madre y quienes ejer-
cían las funciones sacerdotales eran mujeres. En los Celtas el culto a la Diosa del Fuego, tenía un Sacerdocio exclusivamente femenino.
Ciudades griegas de gran importancia como Delfos, poseían un culto de sacerdotisas que presidían sacrificios rituales y promulgaban los famosos oráculos. En muchas culturas, para poder ejercer el sacerdocio se designaban a eunucos o castrados y a hombres disfrazados de mujer, demostrando así la importancia de lo femenino.
Uno de los mejores ejemplos de la importancia de la mujer en la religiosidad, se dio en el Antiguo Egipto, donde muchas de sus deidades eran femeninas y en el que las mujeres además de reinas, eran sacerdotisas, curanderas, adivinadoras y encabezaban los cultos funerarios y los ritos mortuorios, tan importantes para los egipcios. La mujer de Egipto ostentó títulos que mucho decían de su dignidad, como ‘Esposa del Dios’ y ‘Divina Adoratriz’.
En todo caso, estas someras apreciaciones surgen porque consideramos interesante el nuevo sendero que se abre a la mujer barranquillera de la actualidad, por parte de la Orden Masónica “El Derecho Humano, que le permitirá al sexo femenino entrar en igualdad de condiciones con los varones, a conocimientos que hasta hace poco estaban vetados para este género”.
YOMAIRA LUGO CONSUEGRA
El Heraldo
Barranquilla, Lunes 7 de Noviembre de 2005
2 comentarios
LUIS TAPIA -
Natali Padilla -
agradezco su atencion