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Opinion

El lento genocidio palestino

El lento genocidio palestino

Por Pao Dragnic  ( enero 4, 2009  )

Hace ya dos años que volví de Palestina y desde entonces, quiero escribir este mail. Pero es tan grande todo lo vivido, que en dos años no he podido sentarme a resumir todo lo que quisiera contarles, para que al menos pudieran dimensionar lo que ahí sucede. Porque eso me pasó a mí. Creí ser conocedora del tema -algo al menos- creí saber y entender algo del "conflicto" y de la "causa", pero nada se asemeja a vivirlo. No hay libro que uno lea y no hay imágenes que uno vea, que puedan graficar lo que ahí sucede. Uno puede ser un "experto" en la materia, pero si no se ha pisado ese suelo, si no se ha respirado ese aire, si no se ha palpado esa miseria, es imposible llegar a comprender el lento genocidio que ocurre en esas tierras.

Es imposible, porque quienes lo cometen han sido las grandes víctimas del siglo XX y entonces cualquiera que acaso condene alguno de sus actos, corre el riesgo de ser tachado de antisemita. De hecho, eso aprendimos en el curso de "Conflicto en Medio Oriente" al que entré como invitada de piedra a unas cuantas horas de Tel Aviv. A la veintena de periodistas latinoamericanos que estábamos ahí, nos entregaron un riguroso listado de claves conductuales que se titulaba: "Cómo identificar el antisemitismo del siglo XXI". Y creo que muchos lo leímos y en voz baja pensamos que fácilmente seríamos tachados de antisemitas. Por eso, muchos callan. Porque ser antisemita ante el horror del holocausto, es algo inaceptable hoy, a más de 50 años de esa masacre original que le devuelve la mano al destino, convirtiendo a sus propias víctimas, en monstruos sedientos de sangre, como si la venganza ante el dolor sufrido, saliera a borbotones medio siglo después.

Ahí está el primer gran error. El holocausto judío nos avergüenza como especie. No hay duda. Al recorrer los campos de concentración que quedaron como vestigio, uno se pregunta cómo pudo existir ese infierno, mientras el mundo seguía girando. Cómo en esos precisos instantes, no fuimos capaces de detenerlo. Cómo fue posible que millones de seres fueran perseguidos, torturados y asesinados de la forma más cruel, en el más completo silencio del resto del planeta. Quizás, luego de la desolación y el horror que uno siente, eso es lo que más sorprende del holocausto: la indolencia y complicidad silente. Hoy, muchas décadas después, lo condenamos y somos cuidadosos al tener el más mínimo acto de aceptación de alguna actitud nazi... ¿verdad?

¿Tendrán que pasar nuevamente décadas para que entonces nos preguntemos cómo fue posible que en el más completo silencio se masacrara a los palestinos?

¿Entonces seremos capaces de ver las fotos de los moribundos detrás del muro esperando comida? ¿A las mujeres pariendo en las fronteras establecidas por el sionismo? ¿A los prisioneros que Israel mantiene en condiciones infrahumanas? ¿Veremos entonces el muro y sus rejas interminables, con un judío hablando detrás de un vidrio mientras te grita que te quites la ropa una y otras vez, solo para atravesar de una lado a otro y poder visitar a tu familia? Y lo que parece más terrible aun, ¿las fotos de los palestinos tatuados con un número en los brazos como un carnet imborrable que les autoriza entrar a Jerusalén? Sí, tatuados. Igual que esas fotos espantosas de esqueléticos judíos fichados en los Campos de Concentración. Hoy, de palestinos.

¿Tendrán que pasar otros 50 años para que podamos ver todo esto y no sentirnos amenazados de ser antisemitas?

Ahí está el primer error que los judíos sionistas han sabido calarnos profundamente, para entonces amparar las más atroces injusticias que sus propios antepasados sufrieron bajo el yugo de los nazis. No hay que aceptar más este chantaje moral. Se que este mail bastará, para que mi nombre entre en la lista de los antisemitas. Pero no lo soy. Mi padre, yugoslavo, eslavo y casi gitano, sobrevivió a la limpieza étnica de los nazis y él mismo me enseñó que los nacionalismos enfermizos como el que persiguió a su pueblo en la Segunda Guerra, son la lacra social más terrible que puede existir. ¿Y qué es el sionismo de Israel sino un nacionalismo moderno y enfermo?

Un nacionalismo que, en sus vertientes más colonizadoras cercanas al socialismo (supuestamente ateo), apela a razones bíblicas para demandar un territorio que, además, pretende limpiar de las otras razas que ahí habitan. El sionismo es racista. No porque en sus principios esté escrito o porque la ONU en 1975 lo haya dicho en una resolución, sino simplemente porque no tolera la coexistencia de otros pueblos y actúa en esa dirección.

Como todos, crecí repudiando el holocausto y de cerca, con mi padre y sus historias.

Tanto me enamoré de la "causa", que a los 19 años estuve a punto de irme a Kibutz, embobada en mi adolescencia por la justicia tardía para el pueblo judío. Enamorada de "la causa" y de la propuesta socialista de construir patria mancomunada en el desierto. Sin una gota de sangre judía, sentí que mi raza eslava estaba con ellos y si algo podía hacer concretamente, era ayudarlos a sembrar, en un proyecto de vida que aun quisiera para mis hijos. En paz, comunidad y tolerancia.

Veinte años después conocí uno de los kibutz más emblemáticos de la oleada que se creó en los ’70. Y sigo creyendo que es un proyecto precioso, sino fuera por "el alto costo humano que representa". Supe como se reparte el sueldo de todos para la comunidad, compartí con ellos el Hanukkah, vi los huertos inmensos perfectamente regados, las áreas comunes y su intimidad. Pero esta vez también vi los restos de casas bombardeadas, "tan moriscas en su arquitectura", que se levantan en medio de los verdes sembradíos del Kibutz como trofeo a la reconquista de la "tierra prometida".

A un lado, la lechería con vacas ultradesarrolladas capaces prácticamente de dar queso listo en un teta y al otro lado, las ruinas de la que fue el hogar de alguna familia palestina allegada hoy tras el muro en esos ghettos árabes que los judíos sionistas parecen haber recreado al más puro estilo de los ghettos judíos de la Alemania Nazi donde sucumbieron sus propios antepasados. Así de irónico es todo y ellos mismos lo describen.

Pude ver tras el resplandor de las velas del Hanukkah, como se retiraba el bus diminuto que transportaba como ganado a la servidumbre: palestinos enflaquecidos por el hambre que son autorizados a ingresar a Israel, con un carnet especial que los acredita como tal y les permite un "libre" tránsito.

Recordé entonces esas viejas películas que mostraban el esplendor europeo de algunos pocos en plena década de los ’40, mientras la Segunda Guerra asolaba el continente. Hitler en sus despampanantes juegos Olímpicos, y al frente la chimenea humeante de los Campos de Concentración. Recordé incluso algún texto que describe la casa de Townley en Santiago, cuando Mariana Callejas celebraba sus emperifolladas rondas literarias en plena dictadura, mientras en el subterráneo de su propia casa, el servicio de inteligencia torturaba sin piedad a quienes son hoy algunos de los Detenidos Desaparecidos de Pinochet.

No hay que tener miedo. Condenamos el holocausto judío y hoy condenamos –oportunamente– el holocausto palestino.

Ir a Palestina, entrando por Tel Aviv, es una experiencia demoledora y desde entonces, es imposible no sentir una pequeña cuota de responsabilidad al ser cómplice de esta masacre, simplemente por no hablar. Pero es tan abrumadora esa experiencia, que intentar describirla se hace cuesta arriba. Porque surge la ansiedad de que comprendan que condenar la masacre palestina, no tiene que ver con el antisemitismo ni es una causa "in" en estos días. Los análisis internacionales, las proyecciones políticas, y el complejo panorama de la zona, quedan a un lado cuando se respira ese aire absurdo de intolerancia y masacre permanente.

La "tierra prometida" es hoy un cuadrillé de pueblos enmarcados en un muro de más de 8 metros de altura que zigzaguea el suelo y forma ghettos palestinos, de donde no hay salida. Apuñados, los palestinos quedaron en algunos pueblos sin conexión entre sí muchas veces, sometidos al ímpetu de los israelitas que deciden qué puede entrar a ese ghetto -o pueblo si prefieres- y qué puede salir. Esto incluye, obviamente, hasta lo más básico como la comida que, estratégicamente, te permite matar de hambre lentamente a quienes están adentro.

Imagina por un instante un largo edificio de 6 pisos, interminable, rodeado de militares anónimos que te encañonan constantemente y que encierran el lugar donde vives. Nada puede salir o entrar a ese lugar, sin que una patrulla de judíos sionistas lo autorice a través del pequeño "check point" dispuesto.

Si tu padre quedó en el ghetto de al frente, o pueblo -si prefieres- deberás visitarlo escasamente y previa autorización. Entonces, tendrás que hacer una larga fila, entre dos rejas como las vacas camino al matadero, ingresarás a una pequeña habitación donde sacarás tu ropa, serás humillado sin derecho a pataleo en tu propia casa, y alguien te gritará en hebreo detrás de un vidrio, si es correcto lo que estás haciendo. Si no, pueden apresarte y te llevarán a otra habitación quien sabe con qué fin.

Si la panadería quedó al otro lado del check point, deberás hacer esta rutina de ida y de vuelta, sólo si tienes la suerte de entrar, para luego ver si tienes la otra suerte de encontrar algo para comer. Así como me han tenido que perdonar los amigos judíos que leen este mail, que me perdonen también los palestinos por simplificar tanto el asunto, pero es en esta rutina cotidiana y abrumadora que todos desconocemos, como logran matar a todo un pueblo lentamente. Ahorcándolo, asfixiándolo cruelmente.

Belén es uno de los más dolorosos ghettos palestinos, porque buena parte del mundo recuerda ese lugar como un sitio histórico que quisieran visitar sin temor.

La plaza de Belén, enmarca la llegada a la Iglesia de la Natividad. Los habitantes de Belén, que obviamente poco y nada comparten el fervor cristiano, respetan a los escasos turistas y valoran ese espacio como el sitio histórico que indudablemente es. Qué distinto entonces ir a Nazaret, hermoso en la pulcritud israelita y prácticamente neutralizado con el fanatismo religioso o ateo -como quieran- de la administración judía que lo gobierna. Si preguntas por alguien llamado Jesús de Nazaret, entrarás a lista de las personas no gratas, aunque simplemente seas un historiador nada de católico. La intolerancia se respira en Israel. El recorrido por Jerusalén con algún judío que quiera acompañarte como guía turístico, llega a ser tragicómico. Solo pasas por fuera del Santo Sepulcro y como quien indica que ahí hay un cruce de calle, te lo señalan.

Esto para los turistas que acaso logran evidenciar este ¿racismo? en un rápido tour. Pero si te quedas solo una noche en Belén, y te atreves a entrar por el Check Point que diariamente deben hacer los escasos habitantes del pueblo que todo el mundo mira el 25 de diciembre, comenzarás a sentir el dolor en el aire.

Las pocas tiendas que hay, abren sus puertas como para no perder la costumbre. La plaza se repleta de hombres enflaquecidos y hasta con el rostro como desfigurado por el dolor, que se pasean en círculo matando el tiempo, vestidos con ropas como de los años 50. No tienen trabajo, no pueden salir de Belén a buscar trabajo. Tienen hambre. Sus mujeres e hijos esperan en casa por algo para comer y ellos deambulan por la plaza, mirando a los escasos turistas y compartiendo algún café con cardamomo.

Las vitrinas están vacías. Puedes comer algún shawarma seco y duro, que quien sabe cuánto tiempo ha permanecido clavado en el asadero. Los judíos no han dejado entrar carne, y el autoabastecimiento, nunca ha sido un ideal que funcione en la práctica. Un pequeño pueblo, rodeado de piedras y arena, al que ni siquiera llega agua con seguridad.

Te paseas como un perfecto idiota en uno de los lugares más emblemáticos para el mundo occidental y entonces decides entrar a un restorán a pocas horas del 25 de diciembre. Un escuálido árbol de navidad parpadea a la entrada, y al menos 10 mesoneros sentados en la barra te reciben con felicidad, llevarás algunas monedas, también judías... que solo podrán transar entre ellos mismos. Eres el único turista que ingresa y el menú es reducido. No hay casi comida, porque la frontera no se ha abierto. Viven en la tierra donde siempre existió su gente, pero hoy no tienen derecho salir, ni a moverse, ni a comer, ni a decidir nada sobre su propio destino. Están presos en su propia casa, esperando... esperando.

Entonces pides un té y un pan con queso. Esa es la cena de navidad que puedes comer en Belén, mientras afuera un grupo de niños y hombres te mira engullendo el queso que han reservado para el turista, con la esperanza de que se mueva la microeconomía que tienen en ese ghetto donde nació Jesús.

Si puedes permanecer más días en Belén, comenzarás a sentir entonces la angustia de vivir en un Ghetto. Comenzarás a sentir la desesperación y entenderás otro poco de la historia: simplemente un buen día, el mundo decidió hacer justicia con un pueblo masacrado como el judío, y en la accidentada división territorial, tu casa quedó al otro lado.

Deberás desocuparla, y partir al ghetto, acarreando las pocas cosas que pudiste sacar, y arrastrando a tus niños entre lágrimas y griteríos. Te instalarás en un campo de refugiados, que se diferencia de los campos de concentración nazis, porque la muerte es más lenta que con el gas. Morirás de locura y hambre y no asfixiado.

Vivirás arriba de varias familias en una habitación (con suerte), sitiado a pocos metros por el muro que te encañona con tanquetas y fusiles, y esperarás con ansias la llegada de algún valiente grupo de turistas alternativos, que quiera "conocer tu realidad". Entonces te comprarán a 10 dólares algún tejido de la abuela, o alguna precaria artesanía que hizo tu esposo en la cárcel condenado a 15 años por apedrear un carro de policías judíos y podrás decidir qué hacer con esos 10 dólares. Lo más probable es que los pases a la olla común, porque te dará mucho dolor ver a los hijos de tu "vecino" con tanta hambre como los tuyos.

Así transcurrirán tus días. Lentamente. Muy lentamente. Siempre esperando como que la pesadilla termine y un buen día te digan, acabó... puedes regresar a tu casa. Pero eso no pasará. Hace 30, 40 años que tu casa ya no existe. En su lugar, hay un país que instaló sobre tu cama, una preciosa lechería de vacas genéticamente perfectas.

Y como no hay territorio donde construir, deberás seguir en el Ghetto delimitado por otros, subsistiendo otros 40 años más hasta que mueras de viejo, con la mejor de las suertes. Tus hijos acaso irán a la escuela, cada vez más llenos de odio e impotencia, porque los escolta el muro, los militares, los tanques que te acechan a cada paso. Hasta que un día ese pequeño se convierta en hombre y entonces definitivamente no encuentre respuesta para entender por qué no puede ir a ese lugar también sagrado para él que es Jerusalén y que está solo a 10 minutos. Hasta que no encuentre respuestas para entender por qué no puede ir a estudiar a una universidad libremente, o casarse y formar una familia dignamente.

Entonces, ese muchacho que criaste en la miseria del Ghetto explotará de ira e impotencia, y juntará un puñado de piedras que arrojará contra el muro que lo somete a la más espantosa miseria. Ese muchacho entonces, será detenido y torturado varios años acusado de terrorismo. La evidencia serán las piedras, y la honda artesanal que fabricó a escondidas. Tu envejecerás esperando su libertad y explicándole a sus hermanos lo que sucede, intentado que ellos no corran la misma suerte, mientras sobreviven ahogados en ese ghetto cada vez más infernal. Y si el muchacho entonces sale, será solo para juntar ahora un puñado de clavos y construir esos famosos cohetes que tanto desesperan a los judíos sionistas.

Los "kassam", tubos artesanales de metal, rellenos de pólvora y clavos, que tienen la fuerza suficiente para subir 8 metros, traspasar el muro y explotar en una lluvia de clavos contra tus opresores y que irónicamente ellos mismos rescatan para transformar en esculturas que adornan sus hermosos jardines y que muestran como una evidencia de la violencia que son víctimas.

Vendrá entonces la primera represalia, un tanto desproporcionada, cinco tanques aplastarán viejos autos palestinos, arrollarán niños que se entrenan en la Intifada ("levantamiento") afinando la puntería con las históricas piedras de Belén.

Mientras revuelves la olla común con escasos porotos y pepinos, escuchas el griterío y la desesperación, como cuando los nazis entraban de golpe al pueblo de mi padre en Brac buscando a los partisanos. Nuevamente el horror te aplasta. Verás a morir a los tuyos, correrás entre el humo con los cuerpos ensangrentados, y los refugiarás en el Ghetto, a la espera de alguien de la Cruz Roja que cumpla la rutina humanitaria mientras José Levi despacha con su espantoso sonsonete español que: "ha empezado una nueva Intifada".

Si la frontera no se abre ni siquiera para la carne, o la leche, más difícil es aun ingresar artefactos que te permitan igualar la violencia de bombardeos aéreos o incursiones con tanques que reprimen las pedradas o los kassam de tus hijos.

Entonces llegará al poder de otro de tus hijos un poco de pólvora y tu se la quitarás. En silencio, sentirás -como ellos en su ferviente adolescencia- que los kassam con ese puñado de clavos, no igualan al poderío militar que te reprime. No tienes trabajo, no tienes comida, no puedes moverte del Ghetto, en tu mente solo existe la necesidad de hacer justicia, no puedes pesar en nada más. No hay futuro.

Darás vueltas en el ghetto una y otra noche, como siempre hace 40 años. Los bombardeos intensifican el bloqueo. No tienes agua, no tienes comida. Tus hijos sobrevivientes están muriendo de hambre y tu estás enloqueciendo. Pasarás muchas noches desvelada, hasta que aprenderás a construir un explosivo casero con esa pólvora. No le dirás a nadie, pero después de 40 años de miseria y represión, estás agobiada. No hay salida y decides que no te matarán de hambre lentamente y que tu muerte entonces no será en vano. Construirás explosivos que esconderás en tu cuerpo. Lograrás pasar el check point y lo harás estallar en el lugar más repleto de judíos que puedas encontrar. Esa es será tu pequeña venganza.

Mientras los restos de tu cuerpo se mezclaron con la sangre de los judíos también muertos, José Levi informará de un nuevo atentado suicida y horas más tarde, anunciará la segunda represalia. Bombardeos aéreos han dado sobre tu campo de refugiados. 290 muertos y 900 heridos en una nueva incursión de uno de los países militarmente más poderosos del planeta, que somete a los esqueléticos terroristas palestinos armados de piedras y cohetes kassam que tras 40 años de miseria y destierro no encuentran solución a su existencia y no se resignan a morir en uno de los ghettos del siglo XXI que reviven a los del Tercer Reich.

Ese fue el titular cuando llegué a Palestina: "Abuelita terrorista se suicida y mata a dos judíos". Tenía 50 nietos, versaba la bajada de la crónica. 50 nietos que habrá criado en el Ghetto, en esta 4 décadas... dónde más.

Después de estar 4 días en Belén, decodifiqué el titular. De-construí el titular y entonces, comencé a sentir cómo era posible enrollarse un montón de explosivos en el cuerpo. Sentí la angustia, abrumadora, la desesperación.

Decidí salir de Belén, angustiada, amargada... aterrorizada, y con una de las tristezas más profundas que he sentido en mi alma, simplemente porque tienes la certeza absoluta de que no hay retorno.

Llegamos a Betjala, que tiene conexión directa con Belén, omitiendo el check point. Entramos al mejor hotel de Betjala, un hermoso edificio de casi 12 pisos, hermosamente decorado, con un salón inmenso en la recepción, un gran comedor, un hermoso bar. Más de 300 habitaciones. Todas vacías.

Pedimos una buena habitación. Estaban todas disponibles. Un gran ventanal. Betjala como deshabitada, detenida en el tiempo. Y nosotros omitiendo un rato el caudal de incomprensiones que teníamos en la cabeza y el corazón. Estábamos escapando, al menos unos días. Teníamos hambre. Esa noche podríamos comer bien. Entonces por teléfono pedimos a la recepción algo de comida. Decidimos bajar al restorán. A las 9 de la noche, un restorán con más de 100 mesas había sido abierto solo para nosotros. La mesa repleta de las más exquisitas comidas árabes, sin exagerar. Todos los mesoneros a nuestra disposición. Estaba siendo difícil huir de la miseria. La teníamos escondida tras el lujo de ese hotel también detenido en el tiempo. Era temporada alta, plena navidad y no habían llegado pasajeros. Comimos lento, pensando en cómo hubieran querido algo de "very tipical food" en el campo de refugiados que habíamos visitado horas antes.

Una cerveza fue el postre y nos instalamos en el hermoso salón contiguo. Prendieron las luces para nosotros y entonces apareció un hombre alto, canoso, amable. Saludó y se presentó como el dueño del hotel. Comenzó una tonta conversación sobre clima. El no quería hablar del tema y nosotros tampoco, pero nuestro inglés chapurreado, tan chileno, pronto lo hizo sospechar sobre nuestra procedencia. Como muchos en Betjala, él también tenía un familiar en Santiago. Entramos en confianza, y entonces preguntamos y preguntamos.

Cómo sobrevivía, cómo mantenía ese hotel y para qué lo hacía en medio de tanta desolación. La conversa cada vez era más triste. Los escasos 200 dólares que podíamos dejar por nuestra estadía, ni siquiera alcanzaban para pagar la electricidad de 1 día funcionamiento del hotel. ¿Por qué no te vas a Chile?, le preguntamos. Uno de sus hermanos vive en Santiago. Sus ojos se llenaron de lágrimas, como si ese tremendo hombre de rasgos tan masculinos, fuera un pequeño nene muerto de susto. Como un comandante derrotado en su trinchera, moribundo, pero impecable y de corbata, él estaba dispuesto a morir ahí, en el precioso hotel que heredó de su padre y que antaño estaba repleto de turistas, viviendo el esplendor de la cultura árabe mezclada con el rito católico de la navidad.

No puedo hablar, dijo tartamudeando y se despidió de lejos antes de marchar. A la mañana siguiente partimos rumbo a Jordania. No pudimos conseguir un auto palestino que nos llevara a la frontera. No queríamos dejar ni 10 dólares más en manos de Israel. Pero fue imposible. Está prohibido y aunque los "territorios palestinos" dan con Jordania, la frontera también es de los judíos.

GENOCIDIO !!!

GENOCIDIO !!!

Embajador de la Misión Palestina en Colombia
Imad Jada'a concedió una entrevista a EL TIEMPO antes de iniciarse la ofensiva terrestre.

EL TIEMPO: ¿Cómo se explica el ataque en Gaza?
Imad Jada'a: Ellos dicen que es contra Hamas, por la amenaza de los cohetes, pero la verdad es que Israel tendrá elecciones en dos meses y se ha dado una competencia de 'quién mata palestinos' para ganar más. No sorprende ver que Ehud Barak volvió a ganar puntos en las encuestas. Otra razón es que la sociedad israelí empezó a perder la fe en el 'Superman' de su Ejército después del fracaso contra Hezbolá en el 2006.

¿Es posible una victoria militar de Israel sobre Hamas?
Sesenta aviones F-16 con decenas de helicópteros atacando a una población de un millón y medio en la Franja no es una victoria militar. Es un uso de fuerza excesiva contra la población civil.

¿Acepta como válido el pedido israelí de que cesen los cohetes?
¿Por qué el mundo sigue engañado creyendo que el problema son los cohetes de Hamas? ¿Por qué no hablamos del cese de la ocupación israelí, si desde el 67 hay resoluciones del Consejo de Seguridad, de la Asamblea general, de cada foro de Naciones Unidas, llamando a Israel a retirarse del territorio ocupado? ¿Por qué se olvida el derecho del ser humano que vive bajo la ocupación de usar todas las formas posibles de resistir al ocupante? Israel se muestra como víctima y a Hamas, como verdugo. El verdugo verdadero es Israel.

Hay quien sugiere que esta ofensiva podría terminar fortaleciendo políticamente a Hamas...
Hay más de 22 niños muertos (ayer eran 75), más de 10 (37) mujeres. No eran militantes de Hamas, no estaban lanzando cohetes. Es la guerra genocida de Israel contra Palestina. Estos ataques no fortalecen a Hamas, Hamas está ejerciendo un derecho de resistir contra la ocupación. Pero el mundo usa un lenguaje distinto. ¿Por qué hablamos de terrorismo de un lado y no de terrorismo de Estado? Si es contra Hamas en Gaza, ¿cómo se explican las agresiones diarias en Cisjordania? En Cisjordania no hay cohetes, en Cisjordania no hay gobierno de Hamas.

¿Qué salida hay para evitar que este conflicto siga escalando?
Hace seis meses, con mediación egipcia, se llegó a una tregua en la que Hamas dejó de lanzar cohetes, pero Israel no abrió los pasos. Todos vimos cuántas noches Gaza durmió en la oscuridad total porque, durante la tregua, cuando Hamas no estaba lanzando cohetes, Israel prohibió la entrada de combustible. Murieron 280 palestinos este año por falta de atención médica porque Israel prohibió la entrada de medicamentos y no dejó salir a estos pacientes a hospitales en Egipto o en Israel. Hoy es el momento de que la comunidad internacional obligue a Israel a cesar su fuego. (...) La pregunta no es si Hamas reconoce el derecho de Israel, la pregunta es cuándo Israel va a reconocer el derecho del pueblo palestino a su Estado independiente, bajo la comunidad internacional. ¿Por qué a Israel lo llamamos a cesar sus ataques cuando en otros lados exigimos, o los llevamos a La Haya o nos comprometemos? ¿Hasta cuándo se le va a permitir a Israel seguir burlando la legalidad internacional? Es un momento triste. Israel sigue su ocupación genocida y Hamas sigue lanzando sus cohetes. ¿Hasta cuándo vamos a seguir pagando con vidas palestinas porque la comunidad internacional no sabe decirle "no" a Israel?

WILSON FERNANDO VEGA
REDACCIÓN INTERNACIONAL  EL TIEMPO

Lo más atroz de las cosas malas es el silencio de la gente buena

Gandhi

Armas y Palabras

Armas y Palabras

El diccionario de Íngrid

El retorno a la libertad de los 15 secuestrados por las Farc ha removido muchas emociones que van del aplauso a las lágrimas y del orgullo nacional a la angustia por quienes todavía se encuentran en medio de la selva. Miles de imágenes transmitidas en directo han tenido en vilo a millones de seres humanos que en todo el planeta presencian las escenas familiares, los abrazos largamente guardados bajo las cadenas, las ruedas de prensa de las víctimas, los generales, los ministros, el presidente. Se han relatado una y otra vez los detalles del rescate y se han repetido con reiteración las felicitaciones de los jefes de Estado.

Las primeras declaraciones de Íngrid Betancourt, al descender del avión que la trajo a Bogotá, las escuché con una inmensa emoción humana: esta mujer que había sido mostrada en el límite de la supervivencia hablaba con una serenidad, una fortaleza y una lucidez extrañas para alguien que muchos creíamos que iría directamente a un hospital para salvar su vida. En un determinado momento una periodista peruana le preguntó qué llevaba en su morral y respondió que traía un diccionario muy pesado que había solicitado insistentemente durante largo tiempo.

Se me ocurrió, entonces, que este pequeño detalle anecdótico tenía un profundo significado simbólico: en vez de un arma al hombro, un diccionario. Mientras sus captores portaban balas, ella llevaba palabras. Pensé, entonces, en un país que un día pueda sustituir el lenguaje de las armas por el uso correcto del idioma: la palabra separa al ser humano del animal, permite nombrar el mundo, declarar el amor, disentir sin eliminar al contendor, enunciar la esperanza. Pensé en un país con más maestros que combatientes, con más libros que fusiles. Pensé en un país donde la seguridad provenga del ejercicio de la razón sin necesidad de recurrir a la fuerza para contrarrestar el terror. Un acto simbólico muy fuerte sería hacer llegar un diccionario a cada combatiente, para que siempre lo lleve en su mochila de campaña y mientras se esconde en la selva, sienta sobre su espalda el peso de la palabra que sirve para entenderse.

El diccionario le prestó a Íngrid palabras con un significado muy profundo: serenidad, mesura, prudencia, felicidad, milagro, gratitud. Y también ese libro que compendia nuestra lengua será capaz de ayudarnos a entender la pasión y convicción con que expresó su confianza en las instituciones democráticas, que son el escenario civilizado donde la palabra permite construir escenarios de paz, reglas de convivencia, marcos jurídicos, posibilidades y límites al ejercicio de la ciudadanía.

Los medios de comunicación tienen la posibilidad de mostrarnos lo que ocurre mientras ocurre, en caliente, pero nos limitan la capacidad de detener los hechos para pensar sobre ellos: una emoción es substituida por la siguiente; una imagen, borrada por la que llega; una frase se pierde entre otras mil frases. Por eso conviene rescatar de a poco todo lo que ha sucedido en estos días, retomar las declaraciones de fondo separándolas de todas aquellas de adorno. Meditar sobre el acontecimiento humano del cual hemos sido testigos esta semana puede ayudarnos a comprender un poco mejor lo que tenemos, lo bueno que hay en nuestra gente, la solidaridad de quienes estuvieron juntos en condiciones tan indignas, el valor sin aspavientos de quien renunció a la fuga para cuidar la salud de sus compañeros de infortunio, la importancia de acogernos a las instituciones diseñadas en el marco de la Constitución y la ley. En esto debemos ayudar a pensar a nuestros niños, niñas y jóvenes, pues no hay mejor manera de acercarse al ejercicio de una verdadera ciudadanía que con el ejemplo y con el significado correcto de las palabras que nos hacen comunidad humana.


frcajiao@yahoo.com

Francisco Cajiao

EL PRECIO DE UNAS TIERRAS...

En 1854, el entonces presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce,  propuso la compra de sus tierras a la tribu piel roja. La respuesta del jefe  de la tribu fue la siguiente:

"¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la  tierra? Dicha idea nos es desconocida.

Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿Cómo  podrán ustedes comprárnoslos?

Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata  de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los  obscuros bosques y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y  al paso de mi pueblo, La sabia que circula por las venas de los árboles  lleva consigo las memorias de los pieles roja muertos.

El hombre blanco olvida su país de origen cuando emprende sus paseos entre  las estrellas; en cambio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta  bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de  la tierra y así mismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son  nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros  hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del  caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que  quiere comprar nuestras tierras, nos esta pidiendo demasiado. También el  Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir  confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y  nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras  tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros.

El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua, si  no también representa la sangre de nuestros antepasados: Si les vendemos la  tierra, deben recordar que es sagrada, y a la vez deben enseñar a sus hijos  que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los  lagos cuenta los sucesos las memorias de la vida de nuestra gente. El  murmullo del agua es la voz de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y  sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros  hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles  a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también son los suyos y por  lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe  distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega  de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana  sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la  tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la tierra a sus hijos.  Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus  hijos son olvidados. Trata a su madre la tierra, y a su hermano, el  firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas  o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un  desierto.

No se, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista  de sus ciudades apena los ojos de piel roja. Pero quizá sea porque el piel  roja es un salvaje por lo que no comprenda nada.

No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay un  sitio dónde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o  cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser por que soy un  salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos.

Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el  grito solitario del halcón ni las discusiones nocturnas de las ranas al  borde del estanque? Soy un piel roja y no entiendo. Nosotros preferimos el  suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el  color de ese mismo viento purificado por la lluvia del medio día o perfumado  con aromas de pinos.

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres  comparten un mismo aliento; la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos  el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira;  como un muribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor.

Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es  inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que lo sostiene.  El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe  sus últimos suspiros.

Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa  aparte y sagrada; como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear  el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos  aceptarla, yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los  animales de esta tierra como sus hermanos.

Soy salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos  pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un  tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una maquina humeante  pueda importar más que el búfalo al que nosotros matamos solo para  sobrevivir.

¿Qué seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el  hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Lo que les suceda a  los animales también le sucederá al hombre. Esto sabemos: Todo va enlazado,  como la sangre que une a una familia, todo va enlazado.

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de  nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con  la vida de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus  hijos que nosotros hemos enseñado a los muertos que la tierra es nuestra madre. Todo lo que ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra.  Si los hombres escupen en el suelo se escupen a sí mismos.

Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre quien pertenece  a la tierra. Todo lo que ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la  tierra el hombre no tejió la trama de la vida; el es solo un hilo. Lo que  hace con la trama se lo hace a si mismo.

Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios posee y habla con él de amigo a  amigo, queda exento del destino común. Después de todo, quizás seamos  hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra  un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que El  les pertenece, lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan;  pero no es así . El dios de los hombres y su compasión se comparte por igual  entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tiene un valor inestimable para  El, y si se daña se provocará la ira del creador. También los blancos se  extinguirán, quizá antes de que las demás tribus. Contaminan sus lechos y  una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados  por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio  especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.

Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se  exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los  rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se  atiborra el paisaje de las exhuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde  esta el matorral? Destruido. ¿Dónde esta el águila? Desaparecida. Termina la  vida y empieza la supervivencia.

La vida es una afirmación!

La vida es una afirmación!

BERNARD CLOUTIER

El sentido de la vida?
Como el vástago menor de una familia de seis hermanos, fui un niño difícil y revoltoso, que permanentemente jugaba chascos a todos aquellos que se ponían a mi alcance. A los doce años, me enviaron como pupilo a un colegio católico para aprender el latín, el griego y la literatura clásica, como era la moda todavía en 1946. Yo me fui rebelando gradualmente contra el acondicionamiento mental al cual nosotros éramos sometidos y comencé a poner en tela de juicio todos los dogmas que nos enseñaban sin cesar. Mi oposición a tales prácticas me llevó a perder la fe. Esto fue traumático e irreversible y en soledad he tenido que comenzar a buscar el sentido de la vida desde el comienzo de la adolescencia.

Desde entonces, yo he interrogado toda clase de personas en muchos países, sobre el sentido de la vida. Yo he estudiado muchas religiones y sectas en la esperanza de encontrar una que pudiera sobrevivir a un análisis crítico, pero no la he encontrado. En esta época, habría con agrado hallado la paz y el contentamiento en creer en alguna cosa. He continuado leyendo sobre la experiencia mística de la "iluminación", del "renacer", de la "comunión con Dios" y de la vida "sobre el plano espiritual" y yo me siento frustrado que no me haya ocurrido nada de todo eso. He tratado de provocarla artificialmente con drogas y diversas formas de autohipnosis para ser como aquellos que habían vivido "LA" experiencia, pero no he podido convencerme hasta el punto de creer que los estados alterados de conciencia que he vivido eran " la comunión con Dios". Me ha hecho falta mucho tiempo para aceptar que esto no me iba a llegar y que yo debía más bien concentrarme sobre mi vida material mortal y tratar de sacar el mejor partido de la misma.

La "Comunión con Dios" no existía simplemente en el universo al cual yo tenía acceso. No podía poner en duda la sinceridad de todos aquellos que han escrito y hablado sobre sus experiencias místicas, entonces, yo he deducido que sus cerebros interpretian sus experiencias sensoriales de un modo diferente del mío y he desarrollado el concepto que hay tantos universos percibidos distintos cuantos observadores existen de la realidad exterior. He descubierto que todo lo que sabemos no concierne que el modelo de universo que nosotros hemos construido en nuestra mente, y que tales modelos pueden ser diferentes de la realidad que se encuentro al exterior de nosotros mismos. En consecuencia, lo que existe en el "universo conocido" de una persona puede estar ausente en el de otra. Esto que parece verdadero en mi universo puede ser falso en el de cualquier otro. Encuentro este concepto muy satisfactorio pues el me permite pensar que soy el centro del universo que yo conozco, y que todos los otros están en el centro de sus universos subjetivos respectivos.

Este elegante juego de la mente elimina el problema de determinar quien tiene la verdad absoluta sobre el universo y abre la puerta a la tolerancia, Este actitud profunfamente tolerante está particularmente positiva cuando comunicando con gente que perciben un universo lleno de espiritos, angeles, diablos y deos que son absentes del mio.

Ahora, yo puedo intercambiar puntos de vistas sobre el universo con no importa quien y nunca sentirme amenazado por percepciones contrarias a las mías. Esto se ha convertido en un pasatiempo para mi, dialogar acerca de mi percepción subjetiva con aquellos que reconocen que sus enfoques son igualmente subjetivos.

En cuanto a aquellos que creen ser depositarios de "la única y absoluta verdad", he aprendido simplemente a escucharles sin preocuparme de dar mi propia perspectiva de las cosas (que podría convertirse en una amenaza a su "verdad"), puesto que ya no me siento inclinado a jugar al juego de saber quien tiene la razón y quien no.


No dudo de la existencia de un universo real pero pienso que conocemos solamente la representación imperfecta que nuestro cerebro recopila en nuestra cabeza a partir de indices aportados por nuestros sentidos. Yo no tengo pues ninguna necesidad de "tener razón" porque persona alguna puede "Tener razón" ya no está esencial, lo que importa verdaderamente para mi actualmente, es reconocer aquellos con los que tengo bastante en común para poder llegar a un consenso operativo sobre el que podamos construir alguna cosa juntos.

El intercambio de puntos de vista con mentes abiertas que no poseen la pretensión de tener la "Verdad Absoluta" probablemente ha sido la principal motivación de mis viajes en el curso del ultimo decenio. He gozado del placer de descubrir muchos universos a través de los ojos de otras personas. Algunos me han parecido razonablemente probables porque ellos eran semejantes al mío. Otros, me han parecido interesantes pero improbables pues yo no he podido encontrar ninguna evidencia en su favor en el universo que yo conozco. He venido a pensar en términos de probabilidades en el lugar de verdadero o falso, un poco como hablan los meteorólogos actualmente hablan de 70 % de probabilidad de lluvia más que anunciar "la lluvia para mañana" como ellos lo hacían hace 30 años. Esta forma de pensar me permite dar un valor a todos los conceptos que encuentro y que yo puedo entender. Considero algunos conceptos como siendo extremadamente probables, tales que mi muerte final, y otros como siendo muy improbables, tales como la vida eterna de una parte cualquiera del yo. Todos los conceptos que examino pueden ser cambiados por versiones alternativas mas satisfactorias pues no conozco verdades absolutas. Pienso que esto que llamo "mi universo" no es más que una de las numerosas aproximaciones todas también imperfectas de la realidad, por lo que no lo tomo muy en serio. Algunas veces lo llamo mi "pueblo de juguete".

Liberarse de las "Verdades absolutas" nos permite desembarazamos de las percepciones caducas para reemplazarlas por los últimos descubrimientos de la ciencia que serán a su vez substituidos por nuevos descubrimientos. Yo pienso que definir como nosotros debiéramos reaccionar a nuestro medio debiera seguir, y no preceder, el conocimiento del medio sobre el que debemos adaptarnos. Volveremos sobre esto más adelante.... Esto es como el carruaje y los bueyes!

He llegado a pensar que mejor vale vivir con preguntas sin responder que llenar el vacío con especulaciones de valor dudoso. Ya no conozco el objetivo ultimo del universoy he llegado a dudar que haya alguno. También he aprendido a aceptar que no conozco nada con certeza. Para mi, "conocer alguna cosa" quiere decir instalar un concepto en el lugar que le conviene en mi "aldea de juguete", o echarlo sobre la pila de pedazos y piezas donde yo almaceno los conceptos que prefiero no utilizar para el momento. Ensayo de etiquetar todas las migajas de la información que recojo con valores de probabilidad entre cero y uno (o entre 0% y 100% si usted lo prefiere), pero tengo buen cuidado de jamás utilizar cero ni 1, pues no estoy seguro de nada. Esto quiere decir que hago un esfuerzo para no creer en lo que sea. Lo mismo en estas palabras que escribo, pues deseo ser libre de pensar diferentemente mañana si hallo una razón valiosa para hacerlo. Es con este espíritu que ofrezco a vuestra consideración, mi opinión según el cual la vida no tiene necesidad de tener una finalidad ni un sentido pues probablemente ella no sea nada más, ni nada menos, que una afirmación.


Los programas de la vida.

En mi universo, la vida es acción. Esto es la expresión de las instrucciones (o "programas"), contenidos en cada ser viviente. Estas instrucciones distinguen los seres vivientes, que pueden emprender acciones, de la materia inerte que esta pasivamente sujeta a las fuerzas de la naturaleza. Cada organismo vivo tiene su propio conjunto de instrucciones que determinan sus acciones. Estas instrucciones evolucionan con el tiempo y hay siempre excepciones.

En las formas mas elementales de la vida, tal que los virus, las excepciones son introducidas por mutaciones aleatorias del ADN donde son almacenadas las instrucciones del organismo. Algunas entidades mutantes no sobreviven, pero aquellas que sobreviven dan lugar a nuevas cepas mejor adaptadas al medio circundante del organismo. Estas prosperan, se multiplican y continúan sus mutaciones. Este proceso elige, paso a paso, las mutaciones más eficaces que finalmente evolucionan en nuevas especies.

La óptima adaptación al medio determina la supervivencia y la evolución futura. Este mecanismo fundamental se aplica a todas las formas de vida en el universo que yo conozco. En las plantas y las formas de vida más elementales que almacenan sus "programas" en su ADN, todos los seres individuales teniendo los mismos genes reaccionan de la misma manera en un medio dado.

Los organismos vivientes se vuelven más y más complejos con el aumento de la diversidad introducida por la evolución. El desarrollo de redes complejas de células nerviosas en los animales fue un gran avance en relación con las plantas pues el cerebro ofrece un espacio donde cada animal puede depositar las reacciones del medio específico que ha encontrado útiles. Aquí, las excepciones son la regla, pues las instrucciones que están almacenadas en el cerebro están hechas a la medida para cada animal según su propia experiencia. Por ejemplo, el instinto de un gato, que en definitiva viene de sus genes, lo puede poner a cazar ratones, pero sus respuestas condicionadas, que están registradas en el cerebro, pueden ser entrenadas a que cuide de los ratos en vez de matarlos. Así, cada animal tiene un grado de libertad que no se observa en las formas más elementales de la vida. En todos los casos sin embargo, la finalidad de la existencia de estos seres vivientes reside en la traducción de sus respectivos programas en acciones que aseguran su supervivencia y su reproducción.

La posición del hombre en lo alto de la escala de la evolución, le ha dado un grado mayor de libertad. Las instrucciones que son almacenadas en los genes son seguidas rigurosamente, pero el hombre puede elegir ejecutar o no aquellas que él ha almacenado en su cerebro. Esto le permite modificar su propio programa perseverando en aplicar su voluntad de ejecutar el acto "B", en el lugar del acto "A" anteriormente programado. Este poder de la voluntad individual distingue al hombre de los animales, que pueden ser entrenados pero que no tienen la posibilidad de modificar su programa por ellos mismos.

Yo veo al hombre como una parte integrante de un continuo de seres vivos. En esta perspectiva, la finalidad de la existencia de cada hombre es la misma que la de no importa que otro ser viviente, o sea ejecutar su programa específico. En este sentido, la vida es la actualización o "la afirmación" del "programa" de cada individuo, ya sea se trate de la vida de un hombre, de un animal, de una planta, de un microbio o de un virus.


La vida remonta la corriente

Estos programas de vida determinan la gama de las acciones que los seres vivientes son susceptibles de actuar, pero mejor todavía, ellos describen también como la materia y la energía se reúnen para constituir cada ser vivo. El "programa" de un ser es parecido al plan de un edificio. La información pura representada por la tinta y el papel es inmaterial, pero ella no tiene existencia independiente en ella misma, no mas que la "blancura" no puede existir separadamente de los objetos que ella califica. La descripción de la blancura puede existir por ella misma pero esto no es la blancura. De manera análoga, el "programa" de un ser viviente podría eventualmente ser analizado y descripto, pero esta descripción no sería "la vida".

Una de las leyes fundamentales de la naturaleza dice que todos los procesos físicos llevan a la degradación de la energía implicada en el proceso. La energía potencial del agua cayendo en una caída es transformada en calor y disipada en la avalancha, o bien, si el agua pasa por una turbina, una parte puede ser transformada en energía eléctrica que será disipada de maneras diversas sobre una gran región. Ninguna energía es perdida, pero la energía potencial ha sido degradada porque la energía dispersada ha perdido la capacidad de trabajo que ella tenía cuando ella estaba posicionada en lo alto de la caída de agua. El vapor pasando a través de una máquina a vapor produce trabajo. La energía contenida en el vapor cálido es degradada pues ella es dispersada a una más baja temperatura. Ninguna energía está perdida, pero ella ha perdido la capacidad de trabajo que ella tenía cuando todavía estaba caliente. Las montañas se desmenuzan y son erosionadas por el viento y la lluvia para llenar los valles abajo. El calor y el frío se mezclan y se vuelven tibios. Estos son los procesos irreversibles pues la naturaleza impone que el tiempo transcurre en una sola dirección, que la concentración lleva naturalmente a la dispersión, que el orden cae en el desorden y que la estructura se desintegra naturalmente en el caos.

Los procesos de la vida sin embargo van la dirección opuesta. La vida remonta la corriente. Los seres vivientes provienen del movimiento desordenado de moléculas de hidrógeno, de oxígeno y de azogue que se han reunido para formar los primeros ácidos aminoados. Estos últimos se han juntado a su turno para producir macromoléculas todavía más estructuradas que podían replicarse ellas mismas. La vida empezó a despertarse. Ella ha evolucionado en organismos unicelulares como las algas azul-verdes que podían utilizar la energía del Sol para alimentar su reproducción. La vida ha adquirido más y más estructura en cada etapa mientras que los seres unicelulares se reagrupaban en simbiosis para componer entidades multicelulares capaces de hospedar virus y bacterias. La vida continua a remontar la corriente contra la ley del desorden creciente, escalando el árbol de la evolución durante tres millones y medio de años que hizo falta para producir la forma de vida extremadamente organizada y compleja que es el hombre.

Algunos piensan que la progresión de la vida contra una de las más fundamentales leyes de la naturaleza no puede tener lugar sin la intervención de un ser poderoso y superior, el Creador. Los físicos explican sin embargo que la contradicción no es más que aparente pues la concentración de estructura en una parte de un sistema dado puede tener lugar si ella es compensada por un aumento del desorden en el resto del sistema.

Hay otras excepciones aparentes a la ley del crecimiento del desorden. Las estrellas pueden concentrar orden y estructura localmente, produciendo elementos pesados a partir de la fusión de elementos más ligeros, porque hay un crecimiento compensador del desorden proveniente de la expansión del universo. Los más obesos de estos elementos pesados son inestables y comienzan un degradación radioactiva apenas ellos nacen. Algunos están entrampados en estrellas muertas, pero muchos son expulsados en el espacio por estrellas que explotan en supernovas. Estos elementos pesados se reencuentran finalmente en estrellas más jóvenes y en planetas (como nuestro Sol y nuestra Tierra), y están sujetos a la ley del crecimiento del desorden después de eso. La vida parece ser una excepción a la regla del crecimiento del desorden pero tales excepciones aparentes no son raras. La simple materia también parece remontar la corriente alguna vez.

La cuestión verdadera, en lo que concierne al hombre, es saber si el movimiento hacia más estructura y orden es la consecuencia de la evolución pasada, o si está dirigido hacia una finalidad futura. ¿Depende la evolución solamente de eventos pasados o presentes como el movimiento de una bala de cañón o busca un objetivo como un misil guiado?

Todas las indicaciones que nos proporciona la Naturaleza apuntan hacia el escenario balístico de la evolución pero los "detentadores-de-la-verdad" insisten que la existencia del hombre no puede ser explicada sino por una finalidad espiritual predeterminada hacia la cual el se debe dirigir como un misil guiado que persigue su blanco. Ellos obtengan un cierto poder de la teoría del misil guiado pues ellos pretenden tener informaciones privilegiadas sobre esta finalidad. Aún más, ellos declaran poseer el única conjunto de verdaderas instrucciones sobre la manera de alcanzarla y dicen ellos saber con una absoluta certeza cuales son las buenas y las malas vías antes de nosotros.

El problema, es que hay muchos diferentes grupos de "detentadores-de-la-verdad" y ellos no se pueden poner de acuerdo ni sobre esta finalidad, ni sobre las instrucciones divinas sobre la manera de alcanzarla. Además, las directivas que ellos prescriben llevan a menudo a la discriminación y algunas veces a la violencia contra los grupos que promueven instrucciones distintas. Históricamente, las interpretaciones del sentido de la vida fundadas sobre el escenario de misiles guiados más a menudo han sembrado la división y provocado efusiones de sangre que ellas no han promovido, o tan solo permitido, la tolerancia, la paz y la armonía.

Yo estuve expuesto a muchas escuelas de la "Verdad Absoluta" sobre la finalidad eterna del hombre y, si bien algunas parecían intelectualmente estimulantes, yo no he encontrado ninguna de ellas verdaderamente convincente. Tampoco yo no he estado impresionado por los resultados que su influencia generalmente ha producido sobre la conducta social de sus adherentes. Supongo que simplemente no he sido destinado a volverme un "detentador-de-la-verdad". Esto quiere decir que no tengo otra opción que referirme al modelo balístico para guiar mis acciones. Es por esto porque la observación atenta del camino que el hombre ha recorrido hasta aquí es tan importante para mi. Pienso que la dirección tomada por la reciente evolución del hombre puede aportar una mejor indicación de lo que debería estar bien o mal, que las distintas vías propuestas hacia una hipotética finalidad.


El bien y el mal

Aquí está la verdadera cuestión. El concepto del "bien" y del "mal" no se puede aplicar sino al hombre, pues de acuerdo con nuestro conocimiento, el es el único ser vivo capaz de accionar contrariamente a su programa. Si el objetivo del hombre es ejecutar su programa como todos los otros seres vivos, entonces los actos contrarios a este programa serían incorrectos o "mal". A menos que ellos representen una mejor adaptación a su medio que lo que su programa preveía para ese momento.

Los sentimientos subjetivos de culpabilidad o de rectitud no son guías fiables. Un acto considerado inapropiado en un contexto dado producirá sentimientos de "culpabilidad" si el actor ha sido condicionado a considerar este acto como "incorrecto" en este contexto. El es incorrecto porque representa una mala adaptación a este medio específico. Sin embargo, el mismo acto puede representar una adaptación excelente en un medio diferente y podría, al fin de cuentas, producir sentimientos de "rectitud" ratificados por la aceptación social en este nuevo medio.

Por ejemplo, un occidental que tiene saber de vivir, "programado" para comer silenciosamente, estará vivamente consciente de haber hecho alguna cosa de "inconveniente" si el eructara accidentalmente durante una cena formal. El puede sin embargo modificar su programa y entrenarse para beber su sopa con gran ruido y mostrar su satisfacción eructando fuertemente después de una comida, allí donde una conducta tal es habitual y esperada. Así, un nuevo programa voluntariamente modificado puede mejorar su adaptación a su medio, y un eructo embarazoso que fuera "inconveniente" en cierto contexto puede convertirse en "conveniente" en otro.

Los valores cambian. Hace cincuenta años, cuando yo era un pequeño muchacho, el divorcio estaba "mal" y estaba "bien" que una mujer fuera obligada a soportar un matrimonio desgraciado durante toda su vida, pero ahora, ella sería elogiada de haberse divorciado de un esposo violento para evitar daños a sus niños y a ella misma. Hace cincuenta años, estaba bien dejar las basuras, las latas de conservas y las botellas vacías en el bosque cuando nosotros íbamos a acampar, pero actualmente muy poca gente, de la que vive en países desarrollados, podría hacerlo sin sentirse culpable de estropear el medio ambiente. Hace cincuenta años, pagar menos a las mujeres que a los hombres por el mismo trabajo era ampliamente aceptado, pero actualmente esto es no solamente considerado incorrecto, pero esto es ilegal hacerlo en un número en aumento de países.

Yo he llegado a pensar al "bien" y al "mal", no como absolutos, pero como la medida del grado por el cual la conducta de un individuo es juzgada por sus pares como estando compatible o no con su medio social en el contexto de un momento dado. Las sociedades evolucionan y sus valores cambian con el tiempo. Tengo dudas que incluso el más fanático de los hindúes fundamentalistas pueda considerar hoy en día que esté "bien" para una mujer precipitarse en el túmulo crematorio de su marido muerto para cumplir el "suttee" que era su deber más estricto hace un siglo.

Lo que está bien en una sociedad puede estar mal en otra y vice versa. Esto no crea problemas en tanto las comunidades queden aisladas unas de las otras, pero la historia muestra que valores incompatibles se vuelven a menudo la causa de guerras cuando las prescripciones morales son percibidas como verdades absolutas más que como simples adaptaciones diferentes a medios distintos.

A pesar de la gran diversidad de medios ambientes del hombre, un alto consenso ha sido alcanzado en el curso de los siglos pasados, para condenar ciertos actos específicos como el homicidio, la violación, el robo, la falsa representación y otros, que son considerados como incorrectos o "mal" en todas las sociedades. Esto no quiere decir que estas interdicciones son absolutos morales de naturaleza "sagrada" o religiosa, esto quiere solamente decir que el sentido común y razones prácticas de auto preservación bastan para desterrar actos que persona no querría sufrir. La norma de oro, "no hagas a los demás lo que no quieres que los otros te hagan" es una perla de sentido común profano perfectamente válida que no podría ser mejorada considerándola como sagrada o religiosa.


Los dogmas

El hombre primitivo se dio cuenta que la vida en comunidad mejoraba cuando eran observadas un mínimum de normas. Era más fácil hacer aceptar tales reglas convenciendo a los no-informados que ellas habían sido dictadas por temibles entes invisibles, preparados y deseosos de castigar toda desobediencia, que imponiéndolas por la fuerza física. Los más sabios pudieron manipular a los menos informados a permanecer sometidos mas eficazmente y con un menor costo, con "verdades absolutas", que por el apremio. Las elites establecieron su supremacía reservando el acceso al "dominio de lo sagrado", fuera del ámbito de la razón humana, a algunos privilegiados que habían sido iniciados en sus secretos.

La religión ha sido una poderosa herramienta para unir a los miembros de comunidades conjuntos y para sostener a sus jefes (el vocablo religión viene del verbo latino "ligere" que quiere decir "juntar"). Los "detentadores-de-la-verdad" tuvieron un papel importante en actuar como jefes o como los "hacedores de los reyes" detrás el trono. Todas las civilizaciones han tenido su "religión de estado" en un momento u otro, y todos los "detentadores-de-la-verdad" han servido para sostener la dominación de ciertas elites sobre la gente común en un momento u otro. La historia demuestra que las sociedades que se han formado con creencias fuertes en "verdades divinas absolutas sobre el universo" podían movilizar sus miembros más eficazmente para proyectos comunitarios o para la guerra que aquellas que poseían valores más liberales.

Los vuelos más irreales de la imaginación han sido usados para describir el universo, como lo demuestra un rápido sobrevuelo sobre las creencias religiosas de una veintena de civilizaciones. Toda explicación, tan ilógica fuese, colmaba el vacío de una manera satisfactoria, en tanto los fieles fueran los bastante crédulos para aceptar las creencias que no podían ser comprobadas. Los dogmas ponían las bases de tres funciones principales de la religión: explicar el universo, guiar la conducta del hombre y amenguar sus temores.


La ciencia y la ética

El hombre ha creído durante milenios en mitos, en fábulas y en dogmas que los "detentores-de-la-verdad" usaban para apaciguar sus ansiedades sobre la existencia. Con el tiempo, sin embargo se empezó a acumular el conocimiento de hechos verificables sobre las fuerzas de la naturaleza. Este acumulación ha conducido a generalizaciones o "leyes" que podían ser aceptadas por los investigadores hasta que ellas no fuesen invalidadas por alguna experiencia donde la "ley" no era seguida. Cada fracaso de una "ley" mutaba en una victoria pues abría un camino hasta una mejor comprensión de la naturaleza y a "leyes" más poderosas. El método científico había nacido y el progreso del hombre, que había sido lineal durante millones de años, se ha transformado en geométrico en los últimos dos o tres siglos.

Estas "leyes de la naturaleza", como los "programas de vida" que yo he mencionado antes, son como la "blancura": ellos no tienen existencia propia distinta de la naturaleza. Ellas no son más que propiedades de la naturaleza que intentamos describir, como describimos la "blancura". Ellos no existen que bajo la forma de conceptos almacenados en mi cabeza como parte de lo que llamo "mi pueblo de juguete", o publicados en tratados y en libros. Las descripciones de lo que pensamos acerca del funcionamiento del universo no son absolutas. En efecto, ellas son periódicamente reemplazadas por aproximaciones mejores a medida que aprendemos más sobre la naturaleza.

Las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza. Las matemáticas están arraigadas en las "leyes de la naturaleza" como todas las lenguas son arraigadas en las obras de quienes las utilizan, el inglés en Shakespeare, el francés en Moliere, el español en Cervantes, etc. Millones de construcciones matemáticas que podrían ser montadas a partir del vocabulario y de la gramática de las matemáticas (las cuales han sido formuladas desde la observación de la naturaleza) no serán jamás montadas, no más que los millones de libros que podrían estar escritos pero que no lo serán nunca. Pienso que las construcciones matemáticas son como libros, ellas no están allí para esperar ser descubiertas en un "universo del absoluto" como todavía lo pretenden algunas personas, 24 siglos después que Platón lo ha imaginado, cuando Zeus dirigía el Olimpo. No pienso tampoco que todas estas construcciones matemáticas deban corresponder a una realidad! Un lenguaje no es más que un lenguaje!

Nosotros no sabemos con certeza como el universo ha llegado a existir, pero la mayor parte de la gente estará de acuerdo que la teoría del "big bang" constituye una aproximación de lo que puede haber sucedido más ajustada que el libro del génesis o no importa cual de los escenarios míticos de la creación que los hombres han aceptado como verdad en el pasado. Una cantidad siempre en aumento de personas piensa también que la teoría de la evolución construye un modelo de la manera en que el hombre ha aparecido más real que todas las explicaciones aportadas por las religiones pasadas o presentes. La tarea de aportar respuestas a las cuestiones del hombre sobre el universo, que era antiguamente uno de los papeles de las religiones, es actualmente cada vez más asumido por la ciencia.

La moral religiosa ya sirve para controlar el comportamiento del hombre hasta cierto punto, pero ha perdido mucho terreno en beneficio de la ética laica. Muchas prescripciones religiosas que tenían un sentido en cierto momento, no sirven para nada actualmente o se han transformado en contra productivas pues el medio del hombre ha evolucionado desde su introducción en un lejano pasado. Por ejemplo, la prohibición de comer puerco tenía un sentido cuando el hombre no sabía como protegerse de parásitos que podía tener el puerco, pero ahora es inútil. La prohibición de controlar los nacimientos podía tener un sentido cuando la cantidad de población era una prenda para la supervivencia de una comunidad, pero ella tendría efectos terriblemente contra-productivos si todo el mundo lo observara al pie de la letra, ahora que la humanidad cuenta con seis mil millones de individuos. Hoy en día, la adaptación de la conducta del hombre al medio ha mejorado por su conocimiento creciente de si mismo y del universo, y no por las prescripciones religiosas.

La moral y la ética, según el diccionario, son sinónimos que marcan la diferencia entre el bien y el mal. Yo haré un paso adelante diciendo que ellos tienen la misma finalidad de impedir los comportamientos perjudiciales al bienestar de la comunidad. En mi lengua sin embargo, yo reservo el término "moral" para la orientación del comportamiento fundado sobre principios religiosos y utilizo el término "ético" para la determinación más general de lo que está bien o mal en una sociedad dada, en un momento dado. La moral religiosa fundamentada sobre el dogma es inmutable por definición puesto que el bien y el mal son conceptos absolutos, mientras que la ética laica tiene la flexibilidad de evolucionar con la madurez social y política de cada comunidad. Por esta razón, la ética laica está por reemplazar a la moral religiosa en los países más desarrollados donde un régimen de derecho fundado sobre la razón ha reemplazado el poder arbitrario de los reyes, de los nobles, de los generales y de los sacerdotes.

Considerados objetivamente, los actos que son compatibles con el medio global de una persona (familiar, social, político y natural) son juzgados como "buenos" por sus pares, y aquellos que no lo son son apreciados como estando "mal". Sin embargo, subjetivamente, un acto que es contrario al programa de un individuo será percibido por él como que está "mal" mientras que repeticiones sucesivas de este acto no hayan modificado el programa de esta persona. Este mismo acto entonces será percibido como estando "bien". Así, un acto puede ser valorado como estando "mal" pero juzgado "bien" por los pares del individuo cuando su programa interior no corresponde a las convenciones sociales corrientes de su medio (y vice versa). -

El valor "objetivo" de los actos de un individuo durante una jornada dada puede ser visto como la medida, al ser evaluado por sus pares, de la compatibilidad en ese día de estos actos con su medio. Sin embargo, echando una mirada retrospectiva sobre el curso de la vida de esta persona, el valor de las acciones de ese día devienen la medida que su medio y él mismo han arribado al momento de esta segunda evaluación. Así, mismo el valor objetivo de un acto puede ser evaluado distintamente según el momento en el que la evaluación es hecha.

Por ejemplo, las acciones por las cuales se tiene memoria de Torquemada, el amo infame de la Inquisición, eran indudablemente vistas por sus pares como siendo justas pues ellas eran compatibles con los valores de su medio en ese momento y en ese lugar (España del siglo 17). sin embargo, ninguna persona negará hoy en día que la practica de la tortura por Torquemada fue una contribución negativa a la evolución del género humano tal que ha llegado a ser hoy en día en el siglo 21. La historia está llena de tales ejemplos. La afirmación por Galileo que la Tierra giraba alrededor del Sol fue juzgada herejía por sus pares en 1520 pero todo el mundo sabe ahora que esta fue una etapa importante en la lucha de la ciencia contra los dogmas.

Hace dos o tres siglos, las sociedades evolucionaban muy lentamente y uno podía esperar que los valores de su infancia fueran siempre válidos al momento de su muerte. Ya ese no es más el caso pues uno de los factores mayores como la prevalecía de la ciencia sobre el mito como fuente del conocimiento, el régimen del derecho, la revolución industrial, la emancipación de las mujeres y el reconocimiento de los derechos del hombre, han dramáticamente acelerado la velocidad del cambio de los valores sociales.

Durante miles de años, el hombre se ha habituado a depender de su chaman, su mula, su sacerdote o su gurú, para decirle que está bien o mal. La revolución de la información está cambiando esta situación. Esto ha comenzado hace un siglo con extrañas radios con tubos de vidrio, ha acelerado con la llegada de transistores después de la Segunda Guerra Mundial y todo ha estallado con la televisión multi-cadenas y la Internet. Los gurús y los sacerdotes debieron competir para atraer la adhesión de sus discípulos. Por todas partes, las autoridades civiles y religiosas fueron tentados imponer alguna forma de censura cuando ellas han advertido que la circulación libre de la información podía poner en peligro su influencia sobre los valores de sus respectivas comunidades. Actualmente es evidente que los que quieren imponer una censura tienen un combate perdido de antemano en el intento de controlar valores sociales y culturales que pueden difundirse por todo el mundo en algunos minutos en la web. Internet ha asestado el golpe de gracia a la censura y pronto todo el mundo tendrá acceso a las informaciones, todo el tiempo, y por todos lados, Las personas son ahora sumergidas por un diluvio de informaciones a través de centenares de cadenas de TV y de portales de la Web. De frente a esta realidad, ellos desarrollan su propia auto censura eligiendo las fuentes de Información que consideran dignas de su confianza.

Era fácil en el pasado dejar a los gurús y a los sacerdotes definir el bien y el mal, y en la actualidad existe la tentación de huir la responsabilidad transfiriendola a los medios, a los políticos, y a los ONG que influencian la elección de memes considerados políticamente y socialmente correctos para la temporada. La velocidad de los cambios de nuestros valores sociales se ha vuelto exponencial, actualmente que nosotros entramos en el tercer milenio con el Internet y la globalización. La ética laica que rige bajo el régimen de derecho guiado por la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ratificado por un número creciente de países, ha tomado la iniciativa en detrimento de la moral religiosa que se demora en adaptarse a la realidad de hoy en día. Otros progresos de la ética laica están en curso de realización por diversos Organismos No Gubernamentales (ONG) tales que Amnistía Internacional , Greenpeace , Médicos sin Fronteras , One World Online , Oxfam Internacional , Fundaciones Soros , Transparencia Internacional  etc. Los memes evolucionan mientras que la moral religiosa queda atascada en el pasado.


Los "memes"

Todo lo que sabemos, todos nuestros pensamientos y todos nuestros recuerdos pueden ser descompuestos en parte que se puede llamar ideas, conceptos o "unidades culturales". Toda forma de comunicación implica la transferencia de estas ideas, conceptos o "unidades de cultura" de un cerebro a otro. No hay nada nuevo allí, ya que desde que el hombre existe éstos es así. No hay nada nuevo en los genes tampoco, ellos existen desde más tiempo que los hombres. Lo que hay de nuevo, es lo que nosotros hemos aprendido que los mecanismos que regulan la circulación de las ideas, conceptos y "unidades de cultura" son muy similares a aquellos que gobiernan la difusión de los genes (mutación, selección natural, herencia).

El término "meme" ha sido creado precisamente para reflejar esta analogía porque él nos proporciona una nueva percepción de la forma que no nosotros recibimos y transmitimos ideas o "memes". No hay problema con los memes, todo lo que se dice o entiende está hecho de memes. Las lenguas que hablamos, la música que amamos están formadas de memes. La publicidad que nos atiborra por la TV, la radio y los paneles son memes. La moda, está hecha de memes. Todos los pequeños detalles que hacen que las culturas Japonesas, Noruegas y Españolas sean diferentes, son memes. Memes memes circulan permanentemente por la puerta de entra y de salida de nuestras mentes.

Los valores y las teorías evolucionan porque individuos creativos han introducido variantes en el estanque de nuestros memes comunes. Algunos de ellos se replican tan eficazmente que devienen el "testigo convencional". La replicación eficaz no es sin embargo una garantía de validez. Los memes de "votos piadosos" tienden a replicarse más fácilmente que los de un realismo brutal porque ellos gustan a aquellos que los emitan tanto como a los que los reciben. Por ejemplo la idea que "todos los hombres son nacidos iguales" se ha puesto tan a la moda que no es "políticamente correcto" contradecirla aunque todo el mundo sepa que esto no es verdad. Actualmente más que nunca, la validez del "testigo convencional" a la moda tiene necesidad de ser reexaminado permanentemente a medida que los memes evolucionan y que las circunstancias cambian cada vez más rápidamente.

La civilización ha hecho grandes pasos mientras la ciencia reemplazaba los dogmas como fuente principal de los conocimientos sobre el hombre y el universo. Nuevos progresos ha sido registrados en el curso de los últimos decenios al mismo tiempo que asistimos a la transferencia de la influencia sobre la elección de los memes del bien o del mal desde las Iglesias hacia los medios. Esto parece presagiar el desarrollo de una sociedad humanista y libre pero no hay que alegrarse prematuramente.

Los medios manipulan la opinión pública como lo hacen las Iglesias, cada uno persiguiendo sus propios objetivos. Los medios no pueden hacer valer la autoridad divina pero ellos tienen la ventaja de poder reproducir selectivamente solamente los "memes" que atraen y retienen la atención de la mayor parte de los espectadores. Los dos buscan disuadir al individuo de ejercer la más preciosa de las facultades humanas, la de evaluar por sí mismo a propósito de todo aquello que piensa y hace.

La disponibilidad universal de toda la información todo el tiempo y por todas partes ofrece un poco de protección contra la violación de las mentes detrás de puertas cerradas como era la regla en las escuelas religiosas hace solamente algunos decenios pero la ausencia de censura entretanto deja a todo el mundo vulnerable a una infección fortuita de rumores y de mitos urbanos sin fundamentos acarreados por "memes" eficaces para multiplicarse.

No hace falta mucho aguijada para dejarse llevar por la facilidad adoptando los valores de otros miembros de la comunidad tal como nos los presentan los medios, en lugar de hacer el esfuerzo de reflexionar sobre el fondo de las cosas uno mismo. Desgraciadamente, es poco probable que los medios abandonen espontáneamente la fuerte influencia que ellos han adquirido sobre los "memes" de la ética de manera de permitir una toma de conciencia y de responsabilidad por los individuos. Y sin embargo, esto es justamente lo que necesita la sociedad ahora que la era de la información acelera la circulación de informes sin ningún control acerca de su validez.

Las religiones mayores parecen estar en recesión pero las sectas y los sistemas de creencias llamadas del "new age" se precipitan para llenar el vacío. Especialistas de astrología, de tarot y de lecturas de hojas de té diseminan sus negocios por todos lados. El espiritismo del siglo 19 vuelve al mercado bajo el nombre de canalización. Un ejército de curanderos se diversifica con nuevos trucos y técnicas originales numerosas de enumerar como la irrigación del colon (lavados), la reflexología (masaje del pie), la imposición de las manos, el encendido de velas en las orejas, etc. El interés del hombre por el espacio ha abierto la puerta a la circulación de memes sobre visitantes desde lejanas galaxias. Poderosos memes sobre la vida eterna ha tenido éxito en infectar mentes bastante tiempo para que sectas de suicidio colectivo tuviesen tiempo de alcanzar su macabro cometido.

Felizmente, estas manifestaciones extremas de la infección mimética han provocado que profesionales de la ciencia con la cabeza fría se reagrupen para formar un cierto número de organizaciones sin fines lucrativos como el "Commitee for the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal" (CSICOP), internacional, para refutar públicamente el abuso de la credulidad humana ( Aquí tiene enlaces hasta sitios web de grupos nacionales parecidos). Estas asociaciones hacen lo mejor que pueden para generar una reacción inmunitaria a las infecciones mimeticas pero ellas limitan la acción a los peores abusos puesto que ellas no poseen los medios que tienen todos aquellos que explotan la credulidad humana.

La circulación abierta y acelerada de los "memes" (disponibilidad universal de la información) es un paso adelante significativo pues esto confiere un poder igual a todos los individuos, pero esto exige que cada uno aprenda a separar el grano de la paja. Las asociaciones "perro de guardia" que vengo de evocar son útiles pero en definitiva cada individuo es quien tiene la responsabilidad de ejercer su propio juicio sobre los memes con cuales el es bombardeado por los medios.

A menudo tengo la impresión que haya mucho más paje que grano en les informaciones que nos tiran los medios. Expresiones como "la objetividad periodística", "políticamente correcto" y "testigo convencional" que eran desconocidas hace algunos decenios, me dan miedo pues ellas reflejan una tendencia en aumento hacia la aceptación sin crítica de no importa que meme que se difunde en nuestros medios. Nuestros diarios y nuestros medios electrónicos nos presentan las noticias, todos con el mismo sesgo con el pretexto de "la objetividad periodística". Para mi, eso es un síntoma que todos ellos están infectados por los mismos juegos de memes como si todos se hubiesen atrapado el virus informático "Lo amo" al mismo tiempo. Nos haría falta un poderoso programa anti virus de uso general capaz de devolvernos la capacidad de un pensamiento crítico individual. Pienso que la sociedad tiene necesidad que el pensamiento crítico individual se generalice para que la adaptación a las tecnologías nuevas que se vienen se haga con lo menos posible de perturbación.


Las tecnologías del porvenir

El desarrollo de la tecnología es actualmente tan rápido que muchos tienen la dificultad de adaptarse a ideas y procedimientos que hasta hace solamente pocos años eran de ciencia ficción. La historia nos muestra que cuando una tecnología nueva está disponible, ella finaliza siempre por ser utilizada a pesar de toda resistencia. El cambio tendrá lugar a una velocidad acelerada hagamos lo que hagamos y él nos dejará atrás a menos que nosotros lo preveamos y logremos canalizarlo mediante un amplio debate público. -

Por ejemplo, sería ilusorio pensar que los organismos genéticamente modificados que hacen parte de nuestra cadena alimentaria desde hace ya dos decenios, serán abandonados a causa de las manifestaciones, tan violentas sean ellas, de grupos de activistas que protestan. Habría sido mejor adaptarse al porvenir implicando al público hace veinte años.

Ahora que nosotros hemos descripto los secretos del genoma humano, es extremadamente poco probable que nos abstengamos de intervenir en la evolución del género humano para "mejorar" la especie. Tengamos pues un debate público sobre este asunto desde ahora. Yo no pienso que esto impedirá el empleo de la ingeniería genética humana y del clonage pero facilitará ciertamente nuestra adaptación a esta nueva realidad. Puede ser, que retardando su aplicación hasta que seamos capaces de encararla sin angustia. -

Comenzamos actualmente a desarrollar tecnologías para restaurar la visión y la audición implantando retinas y orejas internas artificiales que comunican directamente con el cerebro. El acople del acceso directo al cerebro con el aumento exponencial de la potencia de nuestros ordenadores es susceptible de crear una tentación irresistible de multiplicar nuestra capacidad intelectual por la simbiosis con los ordenadores. La llegada de clones compuestos hombres-ordenadores en el tercer milenio ya no es más impensable, es inevitable.

El cambio puede ser que no llegue a tales extremos, pero esto puede acontecer. Es por esto que pienso que sería recomendable desarrollar un enfoque dinámico estudiando actualmente el eventual impacto sobre nuestra ética social, de tales tecnologías que son previsibles. Algunas universidades y grupos de pensadores ya están encaminados en este sentido pero pienso que el gran público debería estar más implicado en el desarrollo de una ética laica dinámica para atenuar las transiciones a medida que ellas se produzcan y para disminuir el choque entre aquellos que resistirán el cambio y aquellos que lo acogerán.


La vida es una afirmación individual

El "progreso" avanza muy rápido. Las grandes religiones no serán de una gran utilidad para facilitar nuestra adaptación al futuro pues a ellas las hemos dejado atrás, hundidas en el pasado. A mi me parece, que nosotros no podemos permitirnos transferir la responsabilidad de tomar las orientaciones buenas a los medios pues su sólo objetivo es producir el mejor rendimiento sobre las inversiones de sus accionistas. Los "memes" y los medias son aliados naturales. La validez de esto que ellos difunden no cuenta, lo que importa es la eficacia con la cual ellos alcanzan el más gran número de personas pues esto es lo que asegura su permanencia y su crecimiento. -

Si no se puede contar con las religiones y si no se puede tampoco tener confianza en los medios, hacia que pues nos podemos dirigir? por mi parte, sugiero que deberíamos tenernos confianza en nosotros mismos individualmente de ser los mejores jueces de las vías más apropiadas hacia nuestro futuro más que cualquier poderosa agencia centralizada, sagrada o laica. -

En período de cambios tecnológicos acelerados, es deseable que el más gran número posible de "memes" compitan para mejorar las chances que los nuevos valores sean los más apropiados. Nosotros tenemos necesidad que más individuos tomen el riesgo de equivocarse para reducir el riesgo que la comunidad entera se equivoque. -

La misma lógica de competencia milita en favor de la descentralización a todos los niveles para restablecer un equilibrio según la homogenización en curso que resulta de la globalización de los mercados.

 

En pocas palabras

Para resumir, tiene aquí los principales puntos de lo que pienso en la actualidad.

1) EL PASADO:
1.1. Las religiones han jugado tres importantes papeles históricos,
- aportar respuestas sobre el origen y la naturaleza del universo,
- promover el orden social sosteniendo la dominación de elite sobre la gente común de comunidades diversas y
- aportar la ilusión irracional de cual el hombre tiene necesidad para esconder a su conciencia la dura realidad de su condición de ser mortal
1.2 Las clases religiosas han jugado estos papeles estableciendo la creencia, por su influencia sobre los memes de sus respectivas comunidades, en un dominio "sagrado", no sujeto a las normas de la lógica y de la justicia que se aplican normalmente en el dominio profano.

2) LA TENDENCIA:
2.1 en el ultimo milenio, los dos principales de los tres papeles históricos de la religión han sido seriamente contestados casi en todas parte de la Tierra.
- por el método científico de adquisición del conocimiento sobre el universo que es ampliamente reconocido como superior a los mitos, a las leyendas y a las escrituras santas y,
- por la confianza creciente en el régimen de derecho, establecido por el pueblo para el pueblo, cuya capacidad para adaptarse a la evolución de la civilización justifica la prevalecía sobre el reino de las elites elegidas por las clases religiosas.
2.2. Nuevos conjuntos de memes (memeplexes) se difunden lentamente pero de manera irresistible para la percepción -
- que el conocimiento es relativo, que el evoluciona con el tiempo y que el no puede ser calificado más que en términos de probabilidades.
- que la causa de la paz, la ley y el orden en el mundo es mejor servido por el desarrollo de una ética laica que mire al porvenir, que por la promoción de morales religiosas competitivas
- que los memes de un dominio "sagrado" y de una "verdad absoluta" son ficciones fabricadas para manipular crédulos.
2.3 Las religiones tienen definitivamente perdido su papel de proveedoras de conocimientos y están en tren de perder el del mantenimiento del orden social, pero ellas conservan una influencia considerable negando que la muerte es definitiva.

3) MI ORIENTACIÓN
Personalmente, encuentro que mi vida tiene un sentido mediante la afirmación individual de lo que soy hoy en día y a través de mis esfuerzos para mejorar mi adaptación a mi medio ambiente tratando:
- de informarme de los más recientes desarrollos de los conocimientos científicos y del aumento de la ética moderna a fin de estar en posición de evaluar los memes que presentemente son de moda y
- de tener en cuenta no solamente lo que yo sé de la ética actual, pero también la extrapolación más realista que pueda elaborar sobre la evolución futura del hombre con objeto de contribuir a esta evolución más que empedirla.


Bibliografía
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Publicado por el autor en : http://berclo.net/pages-div/statement-es.html

Cielo e Infierno

Cielo e Infierno

Cierto día un hombre santo estaba teniendo una conversación con el Señor y  dijo: "Señor, me gustaría conocer como son el cielo y el infierno"

El Señor llevo al hombre santo hacia dos puertas. Al abrir una de las puertas, el hombre santo miro dentro y en medio del cuarto habia una gran mesa redonda. En medio de la mesa habia una gran olla de guisado que olia tandelicioso que hizo agua la boca del hombre santo.

La gente sentada alrededor de la mesa estaba delgada y enferma y parecian  hambrientos.

Ellos estaban sosteniendo cucharas con mangos muy largos que estaban atados a sus brazos, cada uno fue capaz de meter la mano en el pote de guisado y tomar una cucharada, pero por causa que el mango era mas largo que sus brazos, no podian poner las cucharas dentro de sus bocas.

El hombre santo se estremecio ante semejante cuadro de miseriay sufrimiento. El Señor le dijo: "Has visto el infierno"

Luego fueron y abrieron la siguiente puerta. Era exactamenteigual como el primer cuarto. Habia gran mesa redonda con el gran pote de guisado que hizo agua la boca del hombre santo. La gente estaba equipada con las mismas cucharas de mangos largos, pero aqui la gente estababien alimentada y llena de salud, riendose y hablando.

El hombre santo dijo: No entiendo........! "Es simple"dijo el Señor: "Esto requiere de una habilidad.......""....Mira: Ellos han aprendido a alimentarse el uno al otro, mientras que los avaros piensan solamente en ellos mismos".

El hereje; Entrevista a Fernando Savater

El hereje;  Entrevista a Fernando Savater

"La religión no es sólo el opio de los pueblos, como dijo Marx. Puede ser también la cocaína de los pueblos. Definitivamente, es una droga dura."

Quien así lo sostiene es el escritor español Fernando Savater, catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y autor de más de 45 libros, como los célebres Etica para Amaor (2001) y Los siete pecados capitales (2005).

Conocido como un escritor agudo, incisivo, irónico y despreocupado por el "qué dirán" (llamó aCheGuevara "Rambo de izquierdas" , alguna vez lo tildaron de pequeño burgués a lo que respondió "sí, pero estoy ahorrando"), acaba de publicar un libro en el que aborda una encendida defensa del laicismo.

Enfundado en un elegante salto de cama escocés y rodeado de los muñecos plásticos de superhéroes, Woody Allen, los hermanos Marx, caballos y dinosaurios, que comparten el living de su casa con una innumerable cantidad de libros, recibió a LNR en una soleada mañana madrileña para hablar de su polémico nuevo libro, La vida eterna.

-¿Por qué no le parece del todo apropiada la célebre frase de Marx?

-Es que es una frase incompleta. En ocasiones la religión puede haber sido el opio de los pueblos, en el sentido de haber adormecido espíritus revolucionarios, pero en otros casos la religión parece más bien ser la cocaína de los pueblos. Hay casos en los que por religión la gente se pone agresiva, violenta y comete atrocidades; hoy estamos volviendo a la religión como un elemento de estimulación incluso del terrorismo.

La religión es una droga dura. Es un elemento con una penetración muy fuerte en la conciencia que puede actuar de maneras muy distintas, como todo lo que no está sometido a pautas plenamente racionales. Es emocional y responde a pasiones; entonces, puede causar anto nuestras grandes muestras de amor incondicional y entrega como lo que justifique los peores crímenes. Es decir, puede tener contraindicaciones -o indicaciones- muy diversas, y por eso sus usos políticos son tan peligrosos.

-¿Considera que alguien que es religioso es peor que alguien que no lo es?

-Yo no entro en la vida de la gente. Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal y gente a la que le sienta bien. Hay personas que con dos copas se vuelven locuaces, abiertas y desinhibidas; otros se vuelven brutos y groseros con la misma cantidad. Con la religión, hay gente que mejora y se purifica y para otros es una fuente de resentimiento, mojigatería y condena a los demás.

El tema importante es la necesidad de que las sociedades democráticas sean laicas, es decir, que no tengan tutela religiosa de ningún tipo para que todo esto no deje de ser cuestiones puramente personales.

No puede haber religión obligatoria como materia en la escuela, las leyes no pueden depender de parecerles bien a los obispos. El libro trata de explicar la raíz de las creencias sobre la base de los temores que sentimos los seres humanos y que llevan a desarrollar las religiones.

Luego abordo la necesidad, en un mundo tan complejo, con tantas religiones contrapuestas, de evitar que los conflictos políticos se mezclen con ellas. Para eso, las sociedades sólo pueden basarse en principios racionales y legales.

-¿Su modelo en Europa sería el de Francia?

-Sí, pero hasta hoy. Si gana Sarkozy, esto puede ser que cambie, y ya hay medidas con las que no estoy de acuerdo. En temas como el uso del velo islámico, por ejemplo, creo que no pasa nada si la mujer que lo lleva eligió libremente usarlo y no fue impuesto. Mientras su uso no se convierta en una amenaza para los principios laicos de la sociedad, y simplemente sirva para ayudar a desarrollar un sentido de autoafirmació n en un grupo de inmigrantes, debe ser permitido.

La clave es que la religión debe podeexteriorizarse públicamente, pero siempre a título privado. Esto es complicado. Por ejemplo, durante Semana Santa, en Sevilla, la gente sale en procesiones a la calle. Pero éste es un acto público que debe ser privado, es decir, motivado por el punto de vista de cada persona que participa, pero sin el Estado que organice o financie. Si hay empresas de caridad o culturales promovidas por religiosos, pero con claros beneficios, por ejemplo, sanitarios, se les puede dar una ayuda como se daría a laicos en la misma situación.

Pero no se puede financiar la religión como tal o peor aún, empezar a multiplicar el financiamiento de distintas religiones. Porque la solución que se propone en España es que para que no haya sólo enseñanza católica en las escuelas se incorpore la enseñanza de otras religiones también. Más que hacer un bien, eso es multiplicar el mal.

-¿Hay que amar al prójimo o es suficiente con respetarlo?

-El concepto religioso de amar a todo el mundo es un concepto que no tiene sentido para mí porque el amor es precisamente discernir entre las personas.Bernard Shaw decía que enamorarse de una mujer es exagerar muchísimo la diferencia entre una persona y otra. Pues eso es verdad: cuando amamos a alguien exageramos mucho su diferencia con los demás. Pero así como no se puede amar al prójimo, hay razones humanistas para respetar al prójimo, que son reconocerlo como humano y, como tal, reconocer que puede desear lo que nosotros deseamos.

Como la ética, a diferencia de la religión, es racional, con ella se pueden hacer justificaciones racionales perfectas.

-¿Usted se considera ateo?

-Ni siquiera eso. No creo que exista noción de Dios, no creo que exista nada sobrenatural.

Decir que alguien es ateo es de por sí religioso, y yo no creo que nadie sepa a qué se lo está contraponiendo.

No es que yo no crea en Dios, es que no sé qué es Dios, y el que cree tampoco lo sabe.

-¿Nunca creyó?

-De pequeñito creía en cosas, como todo el mundo, y un día dejé de creer, pero sin ningún trauma.

Nunca me pareció que creer fuese algo muy tranquilizador.

Hay gente que me dice qué lástima que lo sienta así, pero yo me alegro. Quizá por muchos años de haber vivido en una dictadura, no me gustan los tiranos, por más benevolentes que sean. Yo no le echo de menos.

Es cierto, a uno le gustaría algún día reencontrarse con los seres amados perdidos, ese tipo de cosas, pero, ¿qué puedo hacer?: yo no he inventado el universo.

-Woody Allen dijo que no hay ateos la noche anterior a un examen. ¿A usted ni siquiera se le pasa la idea de un ser superior antes de subir a un avión en una tormenta, por ejemplo?

-Nadie subiría a un avión si dijesen que está conducido por la oración de curas o actos mágicos. Cuando subimos a un avión es el preciso momento en el cual todo el mundo confía en la ciencia ciegamente; la gente se vuelve totalmente materialista; de golpe, todos creen en las leyes de la física, en Newton, en los ingenieros de la NASA. Si dijeran por los altavoces que van a soltar las turbinas del avión y unos curas se van a poner a rezar el rosario para que la nave llegue a buen puerto,todos desesperarían, hasta los más creyentes.


Juana Libedinsky LA NACION 24 -04 2007

Colaboracion : Alvaro Franco Gonzalez