RECONOCIMIENTO CONYUGAL
SEGUNDO SANTIAGO CONSUEGRA. MM:.
Los masones pensamos, enseñamos, divulgamos y practicamos la filosofía de que el Hombre ha nacido para ser acompañado por una mujer amada, a quién debe dar ejemplo de fidelidad conyugal, a quién debe respetar, a quién procurar felicidad, a quién debe guiar en el camino de la moral y la virtud para que élla encuentre en su compañero al verdadero y digno jefe del hogar y de la familia que forman.
Hoy estamos asistiendo a una Ceremonia, que no es muy frecuente entre nosotros y a la que llamamos RECONOCIMIENTO CONYUGAL, que tiene un carácter eminentemente moral y filosófico, a la que también se le llama impropiamente "Matrimonio Masónico ". Esta ceremonia es de una gran belleza y de un alto sentido alegórico inusual. La Masonería no celebra Matrimonios, no es lo mismo este reconocimiento conyugal que el contrato civil que celebra la pareja ante el Juez o Notario, ni es igual al sacramento celebrado en la Iglesia, No tienen nada de común el uno y los otros.
Aquí reconocemos a aquel acto celebrado por el H:. y su Esposa ante el funcionario o el cura párroco. Aquí los HH:., los cónyuges, se complacen en ratificar ante sus HH:. Masones el contrato de fidelidad y unión reciprocas que han firmado antes, de acuerdo a las leyes del país o preceptos o credos religiosos ya que sin este acto previo y anterior, no podrá darse el reconocimiento masónico. La enseñanza moral que reciben los cónyuges en esta ceremonia tiene un gran alcance social.
Oigamos lo que siempre dicen los Venerables Maestros a los HH:., y profanos asistentes, al darle cuenta después de la apertura de los trabajos a qué están consagrados. Dice " El objeto de esta reunión, es recibir el testimonio de una unión conyugal, contraída ya ante la ley civil o religiosa. El espíritu de unión, de amor y de paz que emana de nuestra institución y de nuestros trabajos, puede contribuir mucho a mantener la concordia y la indisolubilidad del matrimonio. Ninguna ocasión más propicia puede ofrecérsenos como la de hoy para poner de relieve toda la sublimidad y toda la belleza de sentimientos que tan solo la sencillez de nuestras ceremonias tienen el privilegio de saber inspirar.
El matrimonio es un pacto de mutuo amor y afecto, mediante el cual los esposos se declaran unidos uno al otro y el uno para el otro, por los lazos del corazón. Los casados han contraído este pacto bajo los auspicios de sus familias y de los ciudadanos, para formar con todos nosotros y con los hijos que les depare el destino un todo social y solidario, imagen y parte integrante de de la gran familia humana.
Sin el matrimonio, no podría existir el sistema social, por esto ha sido considerado como la verdadera religión del género humano, porque es una verdadera necesidad social, indispensable para los hijos, que serán la dulce expansión del yo de cada uno de los casados. Todo atentado contra el matrimonio es ultraje que se infiere a la sociedad. Cuanto mayor sea el número de casados en un país menor será el número de delincuentes y criminales.
El matrimonio eleva al hombre y a la mujer, los hace más virtuosos y prudentes. El padre de familia se sobrepone a los vicios y a las flaquezas, domina sus pasiones, por que no querrá exponerse a tener que avergonzarse ante sus hijos y porque teme dejarles el oprobio por herencia.
Es preciso queridos HH:. que nos hallemos bien poseídos de la fe conyugal, es decir, que debemos tener una mutua dignidad que nos haga superiores a los sentidos, que nos eleva y engrandece, haciendo que los cónyuges sean el uno para el otro, sagrados y queridos. El matrimonio convierte a la mujer en miembro especial y activo del cuerpo social. La ceremonia nupcial viene a ser una consagración que la santifica y la hace respetable ante la sociedad.
El esposo es el jefe de la comunidad, ama, a la vez, con los sentidos, con la inteligencia y con la conciencia. Amad pues a vuestras esposas y haceos recíprocamente felices, como todos los que bien aman. Esposos os encarecemos que tengáis siempre bien presente, que los hijos que Dios os conceda, no vienen al mundo para satisfacción de los padres solamente, sino que son la esperanza y a veces el orgullo de las familias, no debemos olvidar nunca que por ellos es que se regenera el género humano y se perpetua la patria.
Siendo desde el instante del nacimiento miembros de la gran familia humana, deben más tarde recibir una educación apropiada al porvenir y a la prosperidad de la familia, de la sociedad, de la patria y de la humanidad. Tengamos todos siempre presente que paternidad y maternidad siempre obligan. Es la única que se puede establecer sobre bases atractivas y duraderas, esa unión indisoluble de dos existencias. Al regular nuestro código de ética y de deberes que tenemos los hombres para con Dios, para con nuestros semejantes y para con nosotros mismos, regula igualmente los deberes que tenemos para con la mujer y los que nos imponen el carácter de esposo y de padre. Se ha dicho que el hombre nos es hombre solamente, sino que es una pareja incompleta, aislarlo es mutilarlos en cierto modo, unirlo a una mujer es completarlo. Esto también es válido para la mujer.
Pero para que el lazo conyugal pueda producir todo el bien que la humanidad espera de él, es necesario que la mujer posea una instrucción moral tan pura como la adquirida por un verdadero masón, es preciso que durante algún tiempo, la ilumine esa luz que hace distinguir lo falso de lo verdadero y la verdad del error, luz que disipa preocupaciones y los vanos temores, que reemplaza a las creencias falsas, absurdas e insensatas, por nociones sanas, claras e inteligentes para la razón y para la conciencia, nociones que por estar basadas en la naturaleza no pueden ser menos que divinas, libre la mujer de las trabas de la ignorancia heredada, que es la causa de todos nuestros males sociales, el matrimonio dejará de ser un yugo.
El amor, la confianza reciproca, la fe y la abnegación, emanarán de un mismo espíritu, de un mismo corazón, de una misma alma. Los hijos que crezcan y se instruyan dentro del dulce y saludable ambiente de la moralidad, se aprovecharán más pronto y mejor de sus saludables lecciones. Maridos instruid a vuestras mujeres si queréis conseguir labrar vuestra felicidad y la de la humanidad. La mujer es y representa la mitad del ser social, como el hombre, tiene derecho a la instrucción, al conocimiento, así como poder desarrollar todas sus facultades físicas e intelectuales, a obedecer las leyes de su naturaleza moral y desempeñar, tanto en la sociedad como en el seno de la familia todas las funciones que le son propias. Entre desigualdades no hay sociedad posible.
El hombre y la mujer, unidos por el lazo matrimonial, conforman el ser que da origen a otros, los hijos, y todos se constituyen en la célula primigenia de la Sociedad y por ende de la humanidad. En Colombia sólo tenemos dos clases de matrimonios, a saber: "Sacramento que une indisolublemente a un hombre y una mujer, y les da la gracia de convivir santamente y de educar cristianamente a sus hijos." (Matrimonio Canónico), Celebrado por la Iglesia católica con la intervención del Párroco. "Unión de un hombre y una mujer libres con arreglo al derecho." (Matrimonio Civil ) Celebrado ante la autoridad civil, Juez o Notario Público.
Por último quiero contarles una anécdota personal, que tiene que ver con esta bella ceremonia. En el mes de Febrero del año de l982, en la zona social de la Gran Logia Nacional de Colombia, de la calle 39,quién os habla y Teresa María García Charris, fuimos casado por una señora Juez Civil Municipal que hoy es honorable Magistrada del Tribunal Superior de Barranquilla, quién como excompañera de estudios mía, se complació en ayudar a terminar con mi bella soltería, luego pasamos con los invitados al Templo en donde esta misma Respetable Logia Estrella del Caribe, siendo Venerable Maestro el Q:.H:. LUI SIMON BLANCO MARTINEZ, en O.:E.: nos esperaban para celebrar una ceremonia idéntica a la que estamos celebrando ahora. Desde esa fecha estamos unidos y remachados por los mazazos de los HH:. oficiantes (al decir de un compañero de oficina de la novia). Los resultados han sido excelentes, aunque ocasionalmente tenemos nuestras peleas, pero ello, lo hacemos para interrumpir la monotonía que no es buena consejera ni compañera del matrimonio, ahí estamos, unidos y con dos bellas hijas que son nuestro orgullo ,y, yo ya estoy, consciente y felizmente domado. Esto es un secreto entre nosotros todos.
Mil Gracias.
Barranquilla, Diciembre 17 de 2005 e:.v:.
RESPETABLE LOGIA NUEVA ESTRELLA DEL CARIBE No.3
PLANCHA DE LA ORATORIA EN LA CEREMONIA DE RECONOCIMIENTO MASONICO DE MARIMONIOS DE H:. Y CUÑADAS.
15 comentarios
Vera -
José Antonio -
Soy masón, no soy perfecto, labro día a día mi piedra bruta hasta llegar a perfeccionar mi carácter a la estatura de Cristo.
Florencia castro -
QH:. Georgina -
TAF:.
ninnette -
José María -
Saludos.
Georgina Diaz -
Honestamente me considero un espiritu libre, y en mi relación de más de una año con él, jamás me había sentido tan libre como cuando él me brinda su apoyo, consejo y comprensión, creo que hay que informarse antes, por lo poco que conozco definitivamente no concuerdo con la satanización de lo que aquí se opina, todo lo contrario, pero nunca falta aquel que dice sin saber que habla.
ivonnes coraspe -
cesar montemayor -
Alban Bonilla -
laura -
QH José Antonio -
juan diaz -
Manuel Piñeres -
¿Que dijo su esposa cuando lo oyó? ¿No le da verguenza que lo vean así sus hijas? HORROR!! ¿Como puede decir esta persona que es masón?
Marisa Glez. Seoane -