LOS COSTEÑOS...
Semblanza del caribe colombiano
Según Torombolo Welch
Si en uno de los programas de magazín de televisión que están de moda se me preguntara cuál es a mi juicio el rasgo distintivo de nosotros los costeños, no vacilaría en responder que la imprecisión y la indeterminación son nuestros rasgos capitales más marcados, somos la gente del más o menos, del más aca'ita y más alla'ita, del más arribita y más abajito, y en eso nos parecemos a los ingleses, que jamás dicen 'near' sino 'not far from', (tal o cual parte), ni tampoco aceptan que ninguna cosa sea definitivamente buena sino 'not bad at all'(No todo es demasiado malo).
Nosotros los costeños vamos mucho más allá, rozamos los límites del surrealismo en nuestra conducta y lenguaje cotidianos.
Cualquier extranjero que nos visitara por primera vez enloquecería si oyera, como se oye corrientemente, a un electricista, plomero o cualquier técnico costeño dándole la orden a su ayudante:
'Heeeeyyyy tráeme la vaina esa de emparapetar la jugada esta', pero lo más desconcertante no es el lenguaje en sí, lo verdaderamente asombroso es que el ayudante comprenda perfectamente bien la orden y traiga exactamente lo que se le está pidiendo...
Misterios de la lexicografía y la semántica costeñas.
El mismo extranjero tal vez moriría en el intento si tratara de comprender la nomenclatura de nuestras ciudades en la costa, empezando por Cartagena (Callejón el estanco, Calle del muerto) que esa vaina nada más la sabemos descifrar nosotros mismos.
Imagínate que el otro día tomé un taxi y le dije: ¡Señor lléveme al hotel Dann...! (que yo sepa el único Hotel Dann existente en Barranquilla es el Dann Carlton), bueno resulta que el hombre me ha llevado al hotel Barranquilla Plaza y le digo: ¡Óyeme mijito te dije clarito hotel Dann... ¿y saben que me respondió?... ¡Bueno señor este es el Dann, que le pusieron ahora el Barranquilla Plaza pero sigue siendo el Dann...!
Ahora bien, imagínate a un gringo tratando de encontrar una dirección en Barranquilla y encontrarse con un barranquillero en aras de quererle ayudar a encontrar la dirección, (teniendo en cuenta nuestro estilo de dar las direcciones) porque muy rara vez un barranquillero te dice por ejemplo: ¿El Heraldo? ..... Ñierdaaaaa llavecita eso queda en la calle 53B con carrera 46......, no, el estilo de nosotros es así: ¡ñierdaaaaaa cuadro eso te metes por la carrera del estadio Romelio Martínez bajando..., baja full hasta que pases una bomba de gasolina y llegas al semáforo...¡no vayas a cruzar pà ninguna parte ahhhh....! Sigues derecho hasta que veas una cipote iglesia grande....¡bueno esa iglesia mamonúa que vas a ver es la catedral, bueno ahí vas a ver una de esas callecitas que se estrellan con la catedral en donde están unos cipotes de edificios grandes, ahí vas a ver de pronto camionetas de la policía o manes esposados bajándolos, pero no te asustes que ahí queda la Fiscalía, bueno enfrente vas a ver sembra'o en la puerta un árbol tramellúo con un pocotón de matas... bueno bien ahí queda EL HERALDO, sin olvidarnos de añadirle nuestra fórmula misteriosa de aclaración final; ¡Heyyyy gringo del lado de allá no como quien va sino como quien viene...! ¡Imagínense ustedes esa vaina...!
En materia de tiempo, los costeños somos los seres más indescifrables que existen en el planeta. Solemos, por ejemplo, concretar una cita y decimos: 'en la tardecita' o 'en la nochecita', pero nadie sabe a ciencia cierta qué es la tardecita o qué es la nochecita, que para uno la tardecita es a primera hora y para otros la última parte de la tarde, ya cerca de la nochecita, que tampoco es un concepto claro, y ¡como va a estar claro si es de noche...!
Mejor decimos 'como a eso de las' o 'a las tipo cuatro, cinco'. 'A las cuatro y pico en punto', que en todas partes es un chiste, en la costa es una hora que puede corresponder a una realidad. Pero la hora que más me desconcertó de todas fue la siguiente: ¡después de dos... ¿que clase de horas son estas...? Y hay de que usted llegue a las tres, cuatro, cinco o seis porque el otro le va responder... ¿nojoda no te dije que después de dos?
No aspiro a que me lo crean, pero en una ocasión oí decir a un locutor de una emisora radial de la localidad dar la hora legal de Barranquilla: ¡las cinco y media pasadas...'.
En el caso propio de mi Barranquilla querida ha sido bautizada como la primera ciudad del mundo con los semáforos de cuatro colores: ¡Verde para pasar, amarillo prevención, rojo para parar y negro para que te limpie el vidrio... porque hay que ver que cantidad de negritos en los semáforos a quienes sin importar si acabas de lavar tu carro te lanzan un chorro al en el momento preciso en que te encuentras ensimismado pensando qué ruta vas a tomar para llegar a tiempo a tu destino...sintiéndote de pronto como si te encontraras en plena filmación de elHombre Araña, (esto para que visualicemos parte de nuestros diarios aconteceres).
Usted sabe que hay un cuento de un barranquillero que vivía en Las Flores, junto al río Magdalena y le fueron a avisar corriendo... Heeeyyyyyy Lucho corre pendejo que tu mujer se cayó al río....! Y sale ese hombre como cuando salen los arroyos en Curramba, soplao... llega a la orilla del río y prende su lancha y arranca río arriba, en ese momento le gritan los demás desde la orilla.... ¡Lucho no seas bruto busca río abajo que ella se cayó al río nojoda....! Y les responde Lucho desde la lancha: '¡Ustedes no me van a decir hacia dónde tengo que cogé... Yo conozco bien a mi mujé y esa caraja le lleva la contraria a todo...!'
Concluyo diciendo que es por esta razón que considero en mi apreciación personal que es la Costa el lugar más jocoso, pintoresco y descomplicado del mundo.
9 comentarios
la nena linda -
la nena linda -
J.F. Castro -
yulieth -
Yus -
vallenato -
y sabes qué costa es costa y lo demás es..........si o qué? jajajajajajaja.
Echeeee esto es puro orgullo costeño nojoda.
macario -
Nelson prestan -
hace rato que no estoy en mi costa querida, pero encontrar aquí un relato de mi tierra me hace sentir que no estoy lejos de mi gente.
Gracias a torombolo por expandir nuestra cultura, tuve la oportunidad de verlo en vivo hace 5 años en b/quilla y no sabía que además de tener humor de sobra, tuviera también dotes de escritor.
Un saludo desde el exterior.
Osvaldo Cáceres Pacheco -
Para Ud. desde Chile reciba todo mi aprecio y T:. A:. F:.
Osvaldo Cáceres P.
L:. German Tendirini Nº 200