José Ramón González Chávez M:.M.
PARTE I.-
Contexto:
El tema de la Libertad constituye uno de los tópicos medulares de la Filosofía y del Derecho Natural del mundo occidental en nuestros días; junto con la igualdad y la convivencia armónica integra el triángulo axiológico sobre el que se sustentan nuestros principios como sociedad democrática. Sin embargo es un tópico complejo de abordar, su concepción en nuestro tiempo está lejos de ser fácilmente accesible.
Por ello, ahondaremos en hilando algunas ideas y propuestas de carácter general, aunque siguiendo a Michel Foucault (Las Palabras y las Cosas...) lo haré en sentido contrario, es decir, desde la óptica de su antítesis: la Esclavitud y sus nuevas formas de expresión. Esto tiene una razón fundamental: La Libertad es un valor absoluto y como tal, permanece preponderantemente en el terreno de las ideas, de las declaraciones, de los buenos propósitos; constituye una Luz al fondo del camino hacia la cual debemos dirigir nuestros pasos como seres humanos y como sociedad. Pero en lo que concierne a la Esclavitud, aunque muchos de nosotros ni siquiera reparemos en ella o pensemos que es cosa del pasado, es un hecho actual, tangible, real y objetivo, que muerde nuestro corazón, todos los días, a todas horas, en todo lugar. Por eso, reflexionar y actuar para combatir la Esclavitud es una forma de realizar la Libertad, de garantizar su pleno ejercicio:
Introducción:
La Libertad es un valor de naturaleza sensible, reconocido como parte de la esencia del ser humano y fundamento de la convivencia social; todos intuimos su importancia en nuestro bagaje axiológico, sin embargo, paradójicamente, todavía no logramos saber a ciencia cierta qué es. Por otra parte, hay varios ámbitos desde donde se cuestiona y se ha intentado diseñar un concepto de libertad: En el plano Religioso, se cuestiona si el hombre puede actuar con autonomía ante un ser supremo, si la conducta del hombre no está condicionada por Dios; en el terreno Psicológico, materialmente plantea la imposibilidad de hacer lo que se quiere, además de que el ser humano ordinario no sabe lo que quiere, o bien cree una cosa y hace otra, de lo cual se infiere que la conducta verdaderamente libre, ese grado de conciencia suprema, es escasa o acaso inexistente en los seres humanos; desde la óptica de lo Político, el marxismo -por ejemplo- concibe la libertad como un imposible en la sociedad "liberal". Por su parte, el liberalismo ve la libertad como un imposible en la sociedad socialista. Los neoliberales opinan de ella como un imposible en la sociedad liberal clásica, lo que evidencia con toda claridad que la crisis de la libertad como concepto y como valor está en todas partes; mas en lo referente a lo Jurídico Constitucional, la libertad es un vínculo jurídico político entre el individuo y el Estado. El derecho constitucional surge como un medio de protección a la libertad y sus distintas formas de expresión. La razón primordial del derecho constitucional es garantizar el ejercicio de la libertad y al mismo tiempo, limitarlo en razón de los derechos de los demás, tanto individuales como colectivos. Entonces tenemos que la perspectiva jurídica constitucional es la única que por el momento nos puede ayudar a comprender indirectamente el significado del concepto de Libertad y clasificar sus formas de expresión:
Cuando la libertad es asimilada por el Derecho constitucional, se convierte en libertad pública, que no es otra cosa que la consagración por el derecho vigente de los derechos humanos, garantizados mediante la facultad coactiva del poder público con el fin de establecer y mantener un orden social.
Sin embargo, las libertades públicas tienen gran cantidad de limitantes lícitas e ilícitas, entre las que se encuentran las nuevas formas de esclavitud, en las que por lo general en ningún país, independientemente de su nivel de desarrollo, nunca se repara. Me parece que una misión que podría asumir la sociedad civil en la actualidad, es la de realizar esfuerzos para difundir a nivel mundial este grave problema de la esclavitud contemporánea, sumando voluntades, conciencias y acciones para combatirla y prevenirla.
Las Nuevas formas de esclavitud:
Desde el surgimiento del Estado Liberal de Derecho, la esclavitud ha sido tal vez el asunto de derechos humanos que ha despertado mayor interés a nivel internacional. Sin embargo, a pesar de su condena histórica y universal, la nueva esclavitud en sus formas de expresión es un problema grave que persiste en nuestros días en todo el mundo, incluso en países con un nivel de desarrollo comparativamente más alto que el de los países discriminatoriamente denominados del "tercer mundo", donde se da un fenómeno similar al del narcotráfico, donde aquellos países son los mayores consumidores.
La palabra "Esclavitud" tiene muchas caras, abarca en la actualidad gran cantidad de violaciones a los derechos humanos. Además de la tradicional trata de esclavos, la esclavitud se hace evidente también en abusos tales como la esclavitud doméstica de migrantes nacionales o extranjeros; la servidumbre por deudas; la trata de personas; el tráfico de mujeres; la venta de niños; la prostitución infantil; la utilización de niños en la pornografía; la explotación del trabajo infantil; la utilización de niños en los conflictos armados, la venta de sangre y órganos humanos, entre otros. Por ejemplo, en Europa, en países como España, Alemania Francia e Italia se presentan los mayores problemas de tráfico ilegal de personas de todo el continente, siendo las víctimas principalmente de Colombia, Brasil, Venezuela y Ecuador, Hungría, República Checa y Ucrania. El problema tiene su origen fundamentalmente en las precarias condiciones económicas y la ignorancia en las que viven hombres y mujeres que son en su gran mayoría trabajadores migrantes, sin papeles y con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años. Muchos de ellos llegan a Europa dejando una importante deuda en sus países de origen para pagar sus gastos de viaje, con la esperanza de encontrar trabajo o engañados por las redes de traficantes con falsas promesas sobre la posibilidad de encontrar un empleo. La mayor parte de las víctimas de este tipo de esclavitud no pueden defenderse, provienen de los grupos socioeconómicos más vulnerables en sus países natales; no hablan el idioma local; no conocen sus derechos; han sido aislados del mundo exterior y no saben a quién pedir ayuda; temen a las represalias de sus traficantes; no sienten que la policía pueda protegerlos y en muchos casos no denuncian por miedo a ser deportados. Casi todas han sido sometidas a malos tratos, verbales o físicos y/o abusos sexuales.
En lo tocante a las redes de prostitución, citando otro ejemplo, se tiene conocimiento que en gran cantidad de países se dan muchos casos de violencia física y moral y violaciones para forzar a las mujeres y a menores a ejercer el comercio sexual. Muchos aguantan el trabajo excesivo y condiciones de vida deplorables con la esperanza de conseguir algún día ingresos suficientes y ser capaces de enviar algún dinero a sus familias. La promesa de una posible regularización mantiene a las mujeres en esa situación de dependencia y sumisión forzada. Además, el confinamiento, la mala calidad de vida y de condiciones laborales, la violencia física e incluso el abuso sexual, la falta de contacto con el mundo exterior y con su país de origen, producen en la víctima serios traumas psicológicos. Esta situación se presenta de manera muy evidente en los Estados Unidos de América, respecto de personas provenientes en su mayor parte de Centroamérica y México.
Como por supuesto las prácticas contemporáneas de esclavitud son clandestinas no es posible tener información 100% objetiva y confiable sobre su magnitud; menos aún descubrirla, sancionarla o suprimirla. No obstante, existen evidencias suficientes de que las nuevas formas de esclavitud son vastas y se hallan muy difundidas en prácticamente todo el mundo occidental. Basta con señalar que de acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), actualmente se explota en diversas modalidades el trabajo de 100 millones de niños (1.6 % de la población mundial).
Gracias a gran cantidad de pruebas y estudios presentados ante los órganos de derechos humanos de Naciones Unidas y otros organismos internacionales, se han generado importantes datos oficiales, de los que se deduce que no existe una distinción neta entre las causas que originan las diversas formas de esclavitud contemporánea, aunque si existe consenso en que su caldo de cultivo es la suma de la pobreza material, moral e intelectual, tanto de victimas como de victimarios.
PARTE II.-
Echemos un vistazo a los datos oficiales que existen sobre las más formas más representativas de la esclavitud en la actualidad, listadas de manera simplemente enunciativa, que no limitativa:
1.- El Apartheid y las nuevas formas de colonialismo:
El apartheid no es sólo un problema de discriminación racial susceptible de resolverse con medidas de educación y de reforma política. En realidad, el apartheid ha desposeído a la población negra de Sudáfrica, a la que se le ha impuesto un sistema colonial. Recurriendo a medidas coercitivas -que tal vez pudieran ser legales en el estricto sentido de la palabra, pero ilegítimas en términos de derecho natural- se explota el trabajo de las poblaciones nativas en beneficio de los inversionistas blancos. Al suprimir los derechos humanos de poblaciones enteras, el Apartheid y otras formas de colonialismo tienen por consecuencia la esclavitud colectiva o de grupo. Uno de sus aspectos más perniciosos es que no se ofrece a las poblaciones sometidas elección alguna: nacen en una situación de esclavitud y disponen de muy pocos medios -o de ninguno- para oponerse a ella.
En este mismo sentido, aunque de una forma más oculta e hipócrita, las nuevas formas de colonialismo ejercidas por los países más poderosos sobre los más débiles para imponer modelos culturales, económicos y políticos, son sin duda, expresiones refinadas y renovadas de la esclavitud social, cuyo combate, también vale decirlo, debe darse con el mismo nivel de refinamiento, desde la sociedad, civil, los medios y el gobierno.
2.- La Esclavitud tradicional en nuestros días:
De Derecho, en la Ley, la esclavitud como sistema de trabajo ha sido abolida en todas partes. La Convención sobre la Esclavitud de 1926 de la Sociedad de Naciones, fue ratificada por la ONU desde su creación. Hasta 1990, esta convención ha sido ratificada por 86 Estados (La ONU agrupa más de 200 países, esto quiere decir que casi las dos terceras partes de sus miembros no han firmado esta convención todavía !!!). De facto, es decir, en los hechos, esta práctica deplorable se encuentra lejos de haber quedado suprimida: se sabe por ejemplo, que todavía existen mercados de esclavos en muchas partes del mundo.
Algo similar sucede con la explotación de la prostitución y la trata de personas, las prácticas e instituciones de la servidumbre por deudas, las formas serviles del matrimonio y la explotación de los niños y adolescentes.
3.- La Servidumbre por deudas:
Es difícil distinguir la servidumbre por deudas de la esclavitud tradicional, puesto que la víctima no puede dejar su trabajo o la tierra que cultiva mientras no reembolse el dinero que debe al patrón. Aunque en teoría una deuda puede pagarse en un determinado período de tiempo, la servidumbre se presenta cuando a pesar de todos los esfuerzos, el deudor no consigue cancelarla. Por lo general, la deuda es heredada por los hijos del trabajador en servidumbre. El arriendo de tierras a cambio de una parte de la cosecha es una forma frecuente de someter a los campesinos a este tipo de esclavitud.
En el mundo civilizado esto se presenta de manera enmascarada entre las instituciones de crédito (débito?) y los usuarios de sus diversos servicios, que utilizan esquemas de "financiamiento" que llegan a ser realmente leoninos y provocan deudas en muchos casos, impagables. Solo hay que remitirse a la cartera vencida de las instituciones bancarias de cualquier país para darse una idea de la magnitud de este problema.
4.- La Trata de personas y la explotación sexual:
El reclutamiento, el transporte clandestino y la explotación de las mujeres como prostitutas, así como la prostitución organizada de niños y adolescentes de ambos sexos, son hechos bien documentados en todos los países. Se ha comprobado el vínculo que existe por lo general entre la prostitución y la pornografía -en particular y sobre todo, con explotación de niños- y la promoción e incremento del turismo sexual.
5.- La Venta de niños:
Se ha descubierto que es posible obtener enormes ganancias entregando a niños de hogares pobres a personas con medios económicos en todos los países sin garantías ni vigilancia de ninguna clase para proteger los intereses menor. En tales casos, el beneficio de los padres "compradores" -que en muchos casos tienen a los niños "comprados" como una especie sofisticada de mascotas, más que como miembros de una verdadera familia- así como la utilidad económica de los intermediarios otorga a la operación el carácter de una trata de niños y por ende, de crimen organizado.
6.- El Trabajo infantil:
El trabajo infantil, a menudo duro y peligroso, afecta la salud de manera irreversible y priva a los niños de la educación y del goce natural de sus primeros años. Esta modalidad de esclavitud mediante la explotación del trabajo de los niños ha sido estudiada por Abdel Wahab Boudhiba, quien en 1981 presentó un informe a la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, donde demostró que el trabajo que hacen los niños altera muchas veces su salud y pervierte el concepto del trabajo como fuerza liberadora o medio de desarrollo hacia la madurez, lo cual es muy grave, no solo a nivel individual de quien lo sufre, sino a nivel de la sociedad en su conjunto.
El trabajo infantil es muy solicitado porque resulta barato y porque los niños son naturalmente más dóciles y fáciles de disciplinar que los adultos y tienen demasiado miedo para protestar. Muchas veces ocurre que se ofrece trabajo a los niños en lugar de a sus padres que se encuentran desempleados. La razón es obvia: hay gran cantidad de niños de 7 a 10 años de edad que trabajan de 12 a 14 horas diarias y ganan menos de la tercera parte del salario que podría obtener por el mismo trabajo un adulto. Sus explotadores utilizan su baja estatura y su habilidad manual para ciertas labores: Los niños empleados en el servicio doméstico no sólo trabajan muchas horas por un sueldo miserable, sino que están particularmente expuestos a abusos físicos y aún sexuales; en ciertos casos extremos, se secuestra a los niños y se les obliga a trabajar en canteras y en la construcción de carreteras, se les retiene en campamentos remotos, donde se les encadena por las noches para evitar que huyan, etc.
Ante esta tangible y penosa realidad, algunas organizaciones no gubernamentales (ONG's) han propuesto la creación de un programa internacional para erradicar las formas más graves de explotación de los niños, que comprenda entre otras, al menos las siguientes medidas: A) eliminar todos los campamentos de trabajo forzoso en un plazo de 12 meses; B) excluir a los niños de las formas más peligrosas de trabajo definidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional de Trabajo (OIT); C) suprimir todas las formas de trabajo de niños menores de diez años de edad (proscritas ya el Convenio 138 de la OIT) y reducir a la mitad las del grupo de edad de 10 a 14 años.
7.- La Actividad de los niños en los conflictos armados:
Se ha denunciado en infinidad de foros el reclutamiento forzado de niños para el servicio militar. Las consecuencias son gravísimas. Muchos niños pierden la vida o quedan inválidos en los conflictos armados, mientras que otros son interrogados, torturados, golpeados o se les mantiene como prisioneros de guerra.
PARTE III.-
Poco se conoce en realidad de los instrumentos existentes que buscan evitar y combatir la esclavitud en sus nuevas formas de expresión. De ahí que resulte inaplazable hacer un esfuerzo -tal como lo mencionamos arriba- para difundir este tipo de información y comenzar a crear y estimular una cultura nacional e internacional al respecto, única manera efectiva de pasar de la retórica a los hechos:
1.- Instrumentos de Derecho Internacional:
La protección contra la violación de los derechos humanos que tienen que ver con la esclavitud contemporánea se garantiza a través de diversos instrumentos jurídicos internacionales, entre los cuales se encuentran los siguientes:
· La Declaración Universal de Derechos Humanos
· El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
· El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
· La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer;
· La Convención sobre los Derechos del Niño.
Existen algunos Comités locales que vigilan interiormente la aplicación de los mencionados instrumentos jurídicos en cada Estado signatario, aunque cabe señalar que a nivel Constitucional, existe una gran laguna que solo puede comenzar a ser llenada -repito- mediante la participación activa, directa y conjunta de sociedad civil, medios de comunicación y gobierno.
2.- Organismos específicos de las Naciones Unidas:
Las Naciones Unidas disponen de mecanismos para recibir las denuncias en casos concretos de violaciones a los derechos humanos relacionadas con las nuevas formas de esclavitud:
El denominado Grupo de Trabajo sobre las Formas Contemporáneas de la Esclavitud es el órgano de las Naciones Unidas encargado de estudiar la esclavitud contemporánea en todos sus aspectos. El Grupo se reunió por primera vez en 1975 con el título de Grupo de Trabajo sobre la Esclavitud y se le dio su nombre actual en 1988.
En 1982, un informe actualizado preparado por Benjamin Whitaker sobre la esclavitud actual, abarcó temas como el trabajo forzado; el tráfico ilícito de trabajadores migrantes; las prácticas esclavizadoras que afectan a la mujer, tales como el matrimonio sin consentimiento, la venta de mujeres, los asesinatos por causa del sistema dotal y las mutilaciones genitales de las niñas.
En sus propuestas sobre su acción a futuro, este Grupo de Trabajo ha recomendado algunas medidas, entre las cuales mencionamos las siguientes:
· Crear un fondo fiduciario o de contribuciones voluntarias que permita a las organizaciones más directamente interesadas participar en las actividades del Grupo de Trabajo;
· En los casos de actividades laborales donde se corriera el riesgo de emplear mano de obra infantil, que el producto fabricado lleve una etiqueta indicando que no se ha empleado a niños. Se debe pedir a los consumidores que exijan que este tipo de productos lleven tal marca. Asimismo, emprender campañas de información que sugieran el boicoteo de productos fabricados con mano de obra infantil;
· La OIT, en coordinación con otros organismos, debe organizar un seminario o curso práctico sobre la servidumbre por deudas;
· Las Naciones Unidas, organismos especializados, bancos de desarrollo y otras instituciones intergubernamentales deben contribuir a la eliminación de este abuso y evitar que se presente cualquier tipo de servidumbre en sus proyectos de desarrollo;
· Los Estados deben colaborar en la elaboración de un Convenio sobre la adopción internacional de medidas contra las nuevas formas de esclavitud, tal como se propuso en la pasada Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado.
Al estudiar los problemas actuales de la esclavitud, fijar prioridades para su labor, determinar los hechos y formular recomendaciones, el Grupo de Trabajo recoge información de una serie de fuentes. Los gobiernos firmantes cooperan y participan en esta labor, al igual que diversos organismos de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales y las organizaciones no gubernamentales. Dichos gobiernos reciben del Grupo servicios de asesoramiento para aplicar a nivel local las convenciones de las Naciones Unidas correspondientes, así como para coordinar esfuerzos dirigidos a combatir la trata de personas e incluir el tema de la explotación sexual en sus agendas políticas nacionales.
Existen ONG's y otros grupos especializados que hacen ya una contribución importante a las actividades del Grupo de Trabajo, comunicándole periódicamente sus opiniones sobre la situación que guardan las nuevas formas de esclavitud en muchas partes del mundo y describiendo sus trabajos y experiencias en la eliminación de las prácticas señaladas en las distintas convenciones sobre la esclavitud. Sus actividades consisten, por lo general en: asistencia a los niños afectados por los estados de excepción; servicios de rehabilitación para niños víctimas de conflictos armados; campañas para la supresión de la prostitución infantil; asistencia en la formulación de leyes sobre adopción internacional y programas de asistencia para el desarrollo de niños que corren el riesgo de ser víctimas de la explotación sexual.
No obstante sigue siendo notable la falta la instrumentación y articulación de todos estos esfuerzos para convertirlos en hechos concretos y directos contra estas aberrantes prácticas.
3.- Cooperación internacional:
En los esfuerzos por eliminar las formas contemporáneas de la esclavitud participan organizaciones internacionales que cuantan con esferas de accion propias y colaboran con el Grupo de Trabajo, tales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS), La UNESCO, la FAO, la UNICEF, la ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados) y la INTERPOL, entre otros.
4.- Mecanismos para un combate real:
El marco normativo internacional para el análisis de la problemática y la definición de principios contra las nuevas formas de esclavitud es amplio; sin embargo, por su propia naturaleza no coercitiva, el derecho internacional y las actividades de organizaciones públicas y privadas orientadas al combate a las nuevas formas de esclavitud carecen de eficacia en términos reales. Es imprescindible entonces, incluir primero que nada en las respectivas Cartas Magnas de los países firmantes, disposiciones específicas tendientes a reconocer la existencia de nuevas formas de esclavitud y definir -al menos remitiendo a la norma secundaria- las sanciones para aquellos que la ejerzan de manera directa o indirecta, tácita o expresa. A partir de estas necesarias reformas constitucionales, la legislación secundaria en materia civil, penal, de seguridad pública, de migración, etc. de cada país tendría que actualizarse para establecer con claridad la naturaleza y características de las nuevas formas de esclavitud, sus causas y efectos; la organización y marco funcional de las Dependencias encargadas de su combate y prevención, así como de la protección a sus víctimas. Solo así, por un lado, los acuerdos internacionales ratificados por los congresos de cada estado firmante cobrarían rango de norma constitucional, con todo lo que esto implica; y por otro, se fundamentaría y legitimaría un marco adecuado de políticas públicas concretas tendientes a su combate y prevención, así como a la protección de las víctimas y la sanción a los culpables.
5.- Participación de la Sociedad Civil:
Para combatir la esclavitud contemporánea en cualquiera de sus formas, todos podemos hacer algo. Los acuerdos internacionales, las leyes nacionales y los procedimientos y acciones de carácter ejecutivo y judicial respectivos, son una buena base, pero la experiencia demuestra que las leyes y actos de gobierno por sí solos no bastan. También es preciso que cambien las actitudes y las costumbres, que muchas veces se hallan profundamente arraigadas entre la población.
En este sentido, podemos preguntarnos "¿Qué podemos hacer en lo individual y lo colectivo?". La respuesta es que todos podemos hacer algo al respecto. Hay muchas cosas que se pueden hacer y a todos los niveles, desde la familia hasta en el ámbito internacional. Es aquí donde Sociedad Civil a través de sus miembros y organizaciones cuyo objeto social tienda a la protección y defensa de los derechos y valores fundamentales del ser humano, medios y gobierno, tienen ante sí la oportunidad de asumir la responsabilidad histórica de conducir los esfuerzos que se puedan realizar para seguir creando conciencia individual y social a todas las escalas, realizando acciones concretas para combatir la esclavitud, independientemente de los rostros que adopte en el mundo actual y con ello, tal como mencionamos al inicio de este trabajo, hacer efectivo el ejercicio pleno de la Libertad.
6.- Acciones Concretas:
He aquí algunas sugerencias de acciones viables, posibles y realizables que hemos recogido de algunos organismos internacionales y ONG's para combatir y prevenir que se presenten actos atentatorios de la libertad:
· Ayudar a establecer comisiones municipales, regionales y nacionales a fin de proteger y promover los derechos humanos, sobre todo en defensa de los grupos más vulnerables, entre los que se encuentran los niños, las mujeres, las poblaciones indígenas y en general todos los seres humanos que puedan ser víctimas de cualquier tipo de esclavitud;
· Formar y participar en organizaciones que se esfuercen por dar a conocer a sus miembros y al público en general, el carácter inhumano de las nuevas formas de esclavitud y la frecuencia e intensidad con que éstas se practican a nivel local, regional, nacional y mundial.
· Proponer que las organizaciones públicas, privadas y sociales den a conocer por diversos medios, como exposiciones, concursos de ensayos, etc., mesas redondas, entrevistas, etc., las graves consecuencias de las nuevas prácticas de esclavitud y hacerlo extensivo a las fábricas, las empresas, los sindicatos, los talleres, las oficinas públicas y privadas y los centros de educación en todos sus niveles.
· Organizar certámenes nacionales y utilizar las obras premiadas en carteles y sellos postales, anuncios de radio, prensa escrita y televisión. Igualmente por Internet crear "Anuncios (Banners)", "Etiquetas (Tags)" y otros recursos gráficos para ser colocados en los sitios y páginas de todas aquellas personas u organizaciones interesadas en esta labor.
· Aprovechar el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre (aniversario de la proclamación de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948) para llamar la atención de la opinión pública local, nacional y mundial sobre los problemas de la explotación mediante prácticas esclavizadoras;
· Organizar eventos culturales, deportivos, sociales, etc. a fin de recaudar fondos para proyectos de desarrollo comunitario de autogestión, servicios de defensa de los derechos humanos, programas de formación e información sobre el tema;
· Tratar de interesar a los medios de difusión masiva de información -televisión, radio, periódicos y revistas, Internet- para que se ocupen de las cuestiones de la esclavitud contemporánea en sus programas y artículos así como en sus informaciones;
· Conseguir el apoyo de personalidades de reconocido prestigio a nivel local, nacional, internacional, para que informen al público acerca de los problemas de la esclavitud contemporánea y las formas de combatirla;
· Crear conciencia en los grupos que defienden los intereses de las mujeres, de los niños, de los habitantes de zonas marginadas, entre los consumidores y en la industria del turismo, sobre las nuevas formas de esclavitud y sus consecuencias para la salud y el desarrollo de las víctimas y de la sociedad en general.
El asunto de las nuevas formas de esclavitud está lejos, muy lejos de ser un asunto menor. Hagamos conciencia de su dimensión real y llevemos a cabo acciones concretas para prevenirla y combatirla.
José Ramón González Chávez M:.M.
Miembro Libre de la Orden, Miembro de la R:. L:. S:. Genero Humano, Or:. de Mexico, D. F.